Cuando adivino tus pasos amargos e inciertos,
pisando la tierra,a usente de cielos protectores;
digo como poeta, que la vida nace a pesar de todo.
Y me acojo a la inconstancia de un dolor conocido,
porque está ahí, disfrada de cualquier testigo
presencial de muertes y de vidas.
Es amarga la Rosa, y su amargura forma,
y su color veneno para corazones enamorados.
Amarga la miel de las abejas tristes
que liban sin conciencia los pétalos de plástico.
Amargura la blanca veladura de un féretro de niño
que nunca sabrá cóm saben las naranjas.
No me niegues que diga que tú eres,
porque eres…y te acompañas de la vanidad
de tu estirpe de siglos sobre el mundo:
Amargura de noches sin cadencia,
de pájaros pintados sobre soledades tiernas
y desatinados conjuros para atar amores.
Porque tú estás en mí yo te nombro,
y te canto sin el miedo que sostiene tu mano en mi garganta.
Libre en las palabras que fluyen como olas
te invoco, una vez más, cuando tu mirada
regresa para evitarme.
Un comentario sobre “Amargura, como cántico.”
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!Qué cierto!. La vida nace a pesar de todo y en las soledades tiernas los nombres de las cosas saben a amargura de desamor y a esperanza de superar los miedos. Tu invocación final es maravillosa mirada de escondite… y me atrevo a decir que destilas poesía en forma de cantautor nominativo. !Un abrazo, amigo!.