Americalandia.

John y su hijo, John Jr., juegan apaciblemente al béisbol en el jardín de su casa, en medio de una urbanización con casa similares, unas al lado de las otras.
– ¡Hey, John, a ver si lanzas como un hombre!- le grita, divertido.
-¿Ah, sí? Jaja, vas a ver…
Grace, la madre, sale por la puerta y llega al jardín.
– Vaya par de hombretones que tengo, ¿alguien quiere galletas?
Jr. sale corriendo hacia su madre, muerto de la alegría y coge una galleta y se va a su habitación.
¡Eres la mejor, mamá!- le grita.
Grace deja la bandeja en la mesa de picnics y sonríe a John. Este le devuelve la sonrisa

.
-Te quiero, Grace.
Ambos se funden en un precioso beso. Fin
De repente, Jr. despierta por el ruido de un golpe seco en la habitación contigua. Vaya, piensa, fue un buen sueño mientras duró…
En la habitación de la lado Grace llora desconsolada. Es la tercera vez esta semana. Ya no soporta el peso de sus moratones. John ha vuelto a pegarle y luego ha salido de la habitación. Quién sabe a donde.
Jr. se levanta al baño. Al pasar por el salón, observa con odio a su padre. Sentado en el sillón con una cerveza en la mano, observa redifusionados los partidos de béisbol de ayer.
Al llegar al baño, Jr. no puede evitar acordarse. Sabe donde está exactamente la pistola de seguridad, por si venían ladrones. Entre lágrimas, la encuentra en el cajón de la salita, y al llegar al salón apunta a la cabeza.
John sigue bebiendo, y ni siquiera parece inmutarse por la sangre de su hijo que corre por el suelo…

3 comentarios sobre “Americalandia.”

  1. !Hola ismael!. Escribes un cuento. Es un cuento. Y sin embargo cuanto tiene de realidad actual. Innumerables casos dramáticos que suceden en nuestros pueden tener causas originales en algo tan imaginativo como la que expones en tu relato. Y más en ese concepto histórico social que todos conocemos como Americalandia. También en otras partes del mundo se dan casos similares. Sin embargo creo que aciertas plenamente en el título de tu interesante cuento ya que es la forma de vida de allí la que se está trasnportando continuamente a otros lugares del planeta. Abundan ya muchos Johnys Seniors y muchos Johny Juniors en muchas partes de este siglo XXI. Quizá el imperturbable Johny Senior de tu texto siga bebiendo… un Johny Walker por ejemplo.

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