“Anda, y que te ondulen
con la ‘permanén’,
Y pa suavizarte
Que te den colcrem”
Así era el estribillo del chotis del Pichi de “Las Leandras”, famosa revista compuesta por Francisco Alonso en 1931. El estribillo continúa haciendo alusión a Victoria Kent, abogada y política republicana española.
La “permanén” se refería a la permanente, que al parecer se empezó a practicar desde comienzos del siglo XX. La “colcrem” es en realidad la “cold-cream”, la crema hidratante como hoy se la conoce.
La invención de esta crema se atribuye a Galeno, médico del siglo II originario de Pérgamo (Asia), quien se distinguió en Atenas, Alejandría y Roma. Todavía hoy se conoce en farmacia como Ceratum Galeni.
La cold cream de Galeno se basaba en cera de abejas y agua, con un contenido de aceite de oliva y de pétalos de rosa para dotarla de suavidad y aroma. La fórmula actual ha sustituído el aceite de oliva por agua mineral u otros aceites, menos difíciles de deteriorarse. Otro ingrediente común en la moderna cold cream es el bórax (sal de ácido bórico) responsable de la blancura de la misma.