Aquí estoy

Debe existir una pausa que suplante
el milagro de los escalofríos,
que convierta en abril seis meses posteriores.
Que responda a las palabras del tiempo, que
proponga una tregua. Que se llene de tristeza,
que se enfrente con el zócalo del profundo adiós,
que incendie multitudes,
que se vista de fantasmas solo por decir: aquí estoy.

Debe crearse entre tus mundos
un matiz de sabores que pinte
del color de la gracia;
los prados de la última duda –que era la primera-
Quizá este tiempo, responda a tu cultura,
el artículo correcto de un monitor
que no para de brillar detrás de la plaza
a pocas cuadras de la antigua ciudad.

Debe morir con el silencio
la indecencia de los ojos que
anuncian una dulce razón, que es perfecta,
que anuncian el sueño que no tiene sentido.
Que yace en el intervalo de la verdad, de
los ojos con náuseas,
de los labios de aquel privilegio,
de las sombras coloridas en un ruidoso café.
De la música nueva ahogada en la audacia
de la santificada voz de la pasión estrangulada.
Del miedo.

Debe prohibir el veneno escaparse a tu gloria,
atragantar con fresca destrucción los dedos que recorren
una garganta cansada de estar seca, de envolverse en pergaminos,
para descubrir otro confín.

Deben apagarse las luces,
que iluminan la nada y el desierto,
apuntaladas en el grito de marfil
de unos labios que jugaban en lo profundo del tablero.
Donde queda cerca el mármol,
las rejas
y las cruces dos.

Aquí estoy.

4 comentarios sobre “Aquí estoy”

  1. !Bien, Celeste!. !Escribes de maravilla!. Efectivamente, yo también concuerdo con que debe haber esas entidades “mistéricas” que con tanto entusiasmo plasmas en tu reflexión. Entidades de presencia elemental. Todo tu juego de sentimientos es una verdadera paráfrasis de audaz cascada emocional.!Me encantó!. Es para leerlo despacio… despacio… y sacarle sustancias anímicas.

  2. Imágenes magistrales, musicalidad perféctamente conseguida con la repetición de “debes” y “que, de” y un final contundente…

    …pero, si me permites una sugerencia, al separar las estrofas, yo pondría los “que” y “de” al comienzo,

    De este modo:

    “Debe existir una pausa
    que suplante el milagro de los escalofríos,
    que convierta en abril seis meses posteriores.
    Que responda a las palabras del tiempo,
    que proponga una tregua.
    Que se llene de tristeza,
    que se enfrente con el zócalo del profundo adiós,
    que incendie multitudes,
    que se vista de fantasmas solo por decir: aquí estoy.”

    Por dos razones:

    La primera, al separar estrofas, lo que haces es una pausa en la “música” del poema. Al hacer esa pausa del modo en que lo estabas haciendo tú, a mi humilde entender ( y es sólo una opinión, no más) se interrumpía el fluir de “la música”, el ritmo.

    La segunda, visualmente, al poner los “ques”( o los “des”) al comienzo, “marcas” el poema, se ve más clara la repetición.

    En fin, como he dicho, es una opinión, sin ningún animo, sino ayudar si lo ves conveniente. Lo vengo observando en este y otros poemas que te leí, y no pude evitar comentarlo. Pero me disculpas por adelantado, si la estructura es así intencionalmente.

    Realmente es un poema muy muy bello tal como está. 😉

  3. Celeste, vuelvo al poema después de leer alguno más tuyo.

    Empiezo a entender que esta “musicalidad interrumpida”, esa forma de estruturar los versos, es parte de tu lenguaje poético, así que ignora mis palabras anteriores.

    Pero, explícame, tengo curiosidad ¿es pretendido?

  4. Only… vamos a ver si te explico y puedes entender…
    no utilizo ni siquiera una milésima parte del raciocinio cuando escribo, mi estimado interlocutor…
    no puedo corregir palabras ni arreglar tonalidades, lo siento!

    Cariños
    Celeste.-

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