Todas las entradas de: Diesel

Es cuando toco mis ojos…

A veces siento sum irme en un todo de chopo verde, inmensamente surcado por un cenit sin vuelta y una tierra mojada de armiños y de nardos… entonces veo venir a todo el espacio invadiéndome de infinito manantial y una azucena navegando por el río se me derrama en todo lo eterno de la brisa. Los troncos altos me levantan el pensamiento que se hace estatua de la carne y corre una melodía de sombras cantando desnuda por el campo. Un dominio de lo tuyo se me adentra en el bosque de mi alma y por dentro abro mis abrazos en medio de un corazón de cristal. Sigue Leyendo...

Tiempo

Las horas del Tiempo pasan y en la ventana de la Vida se quedan sus siluetas enmarcadas en el vitral de los sentimientos. Las horas del Tiempo pasan y las huellas de sus gotas se introducen en el corazón de las gentes. Las horas del Tiempo pasan y en los momentos del recuerdo se nos cuelgan del ambiente.

Sólo mueve un poco el corazón

Sólo mueve un poco el corazón
y las olas de tu mar será el baño
de las ninfas silentes de tu mundo…
y el sistema amplio de todo el sentir
te será adornado de la espuma del sueño.

Sólo mueve un poco el corazón
y los vientos del alma saldrán a saludarte
con la brisa ligera del compás de las horas.

Sólo mueve un poco el corazón
y habrás hallado sentido a tu esperanza.

Tendido en el monte quedó tu olvido

Tendido en el moonte quedó tu olvido
en las horas yertas del lento llanto;
por eso yo ahora de ti me despido
y continúo el camino de mi leve canto.

En las líneas oblícuas de las hojas del acanto
queda el nido amplio de mi sueño extendido
y hacia la marisma lejana se marcha el desencanto
del día de tu olvido triste y oscurecido.

Releyendo a Carlos Fuentes (y la mujer del día de hoy)

Siempre que releo algo del escritor mexicano Carlos Fuentes hace que me pregunte dónde convergen la responsabilidad personal y la responsabilidad social. Y entonces me planteo que la sociedad no puede estar madura si el mismo hombre aún se aferra a la “bravura” del “macho” propia del adolescente, en vez de evolucionar y acabar aceptando las cualidades más femeninas de la sinceridad y el autosacrificio,

En este mundo (y es algo que hace tiempo escribí ya aquí en Vorem) el elemento femenino es la clave más prioritaria para saber dónde se encuentra la encrucijada de la verdadera evolución humana. Por eso las mujeres, dentro del contexto de los géneros humanos (macho y hembra) está mostrando sus verdaderos valores fundamentales en las partes de la Tierra donde ya ha logrado su liberación del yugo machista. Sigue Leyendo...

Y comienzo a escribir…

Y comienzo a escribir en este eco de las olas, en una ciudad con azules de mar y naranjas de costa y reencuentros con la vida y verdades y muchas muchas cosas más; en el silencio donde nadie mira otra cosa sino el propio corazón con historias libres. Comienzo a escribir en este afán de hojas amarilleadas por el tiempo del otoño y en el verde mapa de las identidades. Aquí, en este boceto de futuro, se hace la existencia como un pétalo de estambres yuxtapuestos que se abre al compás que la mano va escribiendo sus auténticas esperanzas. Hoy no es en realidad un día sino un tiempo compuesto de sustantivos que penden, ingrávidas, en el eje de todos los emergentes sentidos humanos. Sigue Leyendo...

Es un estar aquí gozando del momento

Aquí el día cae humano como un estar ahora abajo, ahora arriba, abajo, arriba, abajo… en un torbellino de toboganes hechos segundos, cayendo y subiendo como estrellas multicolores y llenas de alegría en algún lugar de los cristales de las coordenadas espaciales. Y ya las burbujas están dentro, fuera, dentro, fuera… en un carrusel de emociones donde todo es circular la sangre dando vueltas en torno a un sistema parecido a la divinidad.

Los sentimientos quedan pintados y plasmados en un solo existir aquí, donde las palabras quedan sustituidas por el agitado viento de las pasiones y la imagen del mundo es un solo gesto heroico en ruta hacia el interior de la memoria. Sigue Leyendo...

Imposible llamarla cuando duerme

Imposible llamarla cuando duerme y deja de hacer todo quitándose, poco a poco, de la luz e introduciéndose en las sombras sin ruido. Entonces descansa fuera de todos los demás y sólo queda esperarla de lejos, cogiendo mariposas de gozo entre los olivos verdes, para superar su ausencia y dejarla allí (imposible llamarla entonces) hasta que despierte y vuelva a ser consuelo de amor. !Qué arriba está ahora!. !Qué lejos!. !Cuánto sueño tiene en su hondo dormir!. La estoy viendo en el difícil saber de conocerla y cuando despierte yo acudiré raudo hasta sus ojos para que no me la arrebate el sueño de otros labios ajenos. Sigue Leyendo...

Cuando yo era niño…

Cuando yo era niño la azotea de mi casa en Madrid estaba llena de flores y yo imaginaba que era el puente de un barco que viajaba cambiando el color de los días y el calor de las tardes… y enfrente, justo enfrente, estaba la princesa asomada con sus lindos cabellos rubios y mirando fijamente. Y yo me enamoraba del color, del calor y de la princesa.

Cuando yo era niño el gato de la vecina, por las noches, se colaba por la ventana y se eschaba a dormir a los pies de mi cama. Y aquel gato me hacía abrir un árbol genealógico de los animales de la selva de mis soñadas aventuras a los que yo tenía que ahuyentar para ganarme el amor de la princesa. Sigue Leyendo...

Soy el enigma que llevo dentro

Soy el enigma que llevo dentro
del sueño recordado en el espacio
y la paz me inunda siempre despacio
en las horas del silencioso espectro.

En las nubes de cristal está contento
el ángel de risa y el cabello lacio
con un haz de fulgores como prefacio
de todo el interior que se escapa lento.

Mundo Vivo

Del campo la atmósfera envolvente
en la vidriera del alma imprime embrujo
y una alegre algarabía de alas con pupilas
recoge versos acrinados de frescura
en la pausada hora de la celeste calma.
Un mecer de instantes renacidos
en la orgía de las plantas hace cuna.

En este estar presente de las cosas
el corazón se añora de vivires claros
y es grande el ensueño que se embarga
en lo flotante del viento en el camino.
A ti te ofrezco un hablar de magias
envueltas en el ditirambo de lo glauco
y con un amor repartido por la tierra.

Pausada y delirante

El beso abrasador de tu sed presión constante
en hermosa amalgama se funde con mi boca
y tu pecho de senos turgentes se desboca
como cántaros de canto eterno y palpitante.

Mis dedos te acarician el destino penetrante
de tu rostro que mira mi rostro y lo trastoca
en un vamos a sentirnos cómo toca
el vértigo amoroso su sinfonía desbordante.

Bajo la noche

Tal vez mi pensamiento arde fuera de esta larguísima noche de alfombra mojada por la lluvia… en su interior está sujeto el tiempo fundido con el índice del cielo y, en la voluntad de hablar con los tallos tiernos del viento, el mundo es ahora un olvido. !Sí!. !Ha robado la luna la luz a las ramas del árbol!. Llegada del sueño. ¿A dónde va la nube que ha nacido en el frescor de la corriente?. Cuerpo fugaz de hombre, la belleza de la noche se contempla a sí misma. ¿Dónde está el aroma fiel de las palabras?. En la voz del misterio de las estrellas. Mi alma vive campo y mar y bahía y cielo y romero y agua del río que corre mansamente y olivares y tordos volando de arboleda en arboleda y luna tendida en el monte y corazón marino que se tiende a esperar al alba sobre la arena dormida y suspiro grande de jardín y pies de agua y luz sobre lo verde del rumor de mi cuerpo y un buscar eterno en este caminar que va conmigo. Sigue Leyendo...

En el pincel del rincón de la bohemia

Las estelas nocturnales alumbrando
las manos del fulgor entre las lunas
cuando los brazos apegados al cuerpo
marcan un sendero al cuerpo caminante.

Todas las bóvedas sus lámparas extienden
con luces escapadas de los labios de las sombras
y un desdoblar de caminos deshojados
trazan en mis pies un breve murmullo.

Hora silente

Miro el reloj. Las oleadas de los pensamientos acuden, vienen y van, y me van dejando una escena mental caprichosa y disolvente. El silencio me envuelve el alma y hace de mí una sombra entre la sombra. Y entonces vuela…

Ha sido sólo un segundo de evanescencia… pero he visto volar el tiempo por la avenida de los almendros y aquí, en esta laberíntica calle de los silencios, miro el reloj y contemplo una hora sin nada. No hay nada más allá de la circunferencia que traspone mis ojos salvo el ruido de las chicharras en medio del transeúnte pasar de los segundos. Sigue Leyendo...

Felizmente vestida

Te quiero verde y roja y amarilla
y azul y violeta y arco iris…
te quiero como a la diosa Isis
vestida de color y de semilla.

Te quiero como a la luz de la sencilla
pluma blanca del ave ibis
alejada de todos los inris
y con vida profunda y sin mancilla.

Dentro del juego favorito de perderme…

En una maraña de sentires me elevo en tu calor y en tu alimento y se me acrecienta el ánimo de cristal de todo lo frágil y a la vez rotundo haciendo gravitación con las fuentes de mis paradojas. ¿Cuál es el fragor de los recuerdos que me rodean con su extensa longitud de apariciones?. La respuesta está en el acto natural de levantar los ojos y observar los colores iluminados de tu cuerpo que me sitúan el corazón dentro del juego favorito de perderme amándote para siempre. Y te llamo en la noche porque todo el planeta sentir viene a acentuarse en tus pupilas. Sigue Leyendo...

Un niño, luego un hombre, luego un niño.

Al alba, como vidas guardadas en una máquina sin rostro, todo el tiempo es un rato discontinuo, un proceso de almas en descuido brotando en el aliento de un tiempo que se va diluyendo entre los días. A lo largo del viaje entramos mil veces en el rostro de nuestras existencias y somos un insuficiente escape de las rutas adentradas en el corazón de las ciudades. Nuestros ojos miran, nuestras manos tocan, nuestras bocas beben y nuestros pies andan llenos de afán inentendible. ¿Necesidades?. ¿De qué?. Necesidades de todo sin detener el tacto de la memoria. En el regazo de cada uno de nosotros siempre hay un niño, luego un hombre, luego un niño. Binomios de la existencia. Sigue Leyendo...

V

En los voraces vértices del vaso de vidrio
vienen violenyas las válvulas de vodka
y vacían sus venas los vientos veloces
volviendo verdes las voces vivaces.

Volutas viscosas de vacua verdad
vuelven a los varones vilmente vencidos
vibrando el vicio de vender victorias
volátiles y vacías de vanos vericuetos.

Era un hueco de tiempo…

Aún tiembla la voz en la tarde del café con leche y el chocolate de la onza real. Una silla de mimbre después de una jornada agotadora y un mundo que aún respira en la paz de los recuerdos. Era un mundo de niñez más escuchado y que siempre presentía un hablar de olivos con el aceite del pan. Era una ternura enorme instalada en el pecho de los abrazos y los consuelos llegados de lejos. Era un levantarse despacio para hacer balancín con las horas. Era una levedad insomne. Era un hueco de tiempo ya sólo recordado.

Mis tios bisabuelos hace ya un rato que partieron y ahora me queda la rememoración infantil de sus deseos. Unos ojos cerrados para siempre cumpliendo unas emociones que quieren hacer beso comunal con la lluvia lejana. Sigue Leyendo...