Amor de mi vida, mírame
no dejes que nada nos separe
que tus grises ojos bailen en technicolor
se feliz conmigo, yo contigo
Recuerda los momentos en que no éramos nadie
Recuerda el sentimiento que acomodábamos por otros
Recuerda la mirada que me lanzaste al conocernos
No ha cambiado desde entonces, es la misma que hoy.
Caminante, sí hay camino. De hecho, lo hay.
No es que se haga camino al andar, es que el camino está ahi, y tuya es la decisión de recorrerlo o no. Es fácil (aunque todo es relativo, esta vez no tanto) decir que se hace el camino al andar. Pero es trivial decir que el movimiento se demuestra andando; lo que hay que decir es que por cualquier lugar una persona puede encontrar un camino, que aunque no se ande, siempre está el camino ahí, y si la persona no lo anda, si no es por una buena razón se le puede echar en cara perfectamente.
Como buen lector de comics, creo en la teoría del Multiverso, la cual se basa en que cada decisión que tomamos genera un universo por cada una de las alternativas que no hemos escogido. Si lo asemejamos a una estructura lógica, podemos crear un árbol en el que cada nodo es una disyuntiva y cada rama una alternativa. Obviamente es tan grande que no podría almacenarse en ningún medio, ni en el más potente. Ahora me pregunto yo: no se podría usar algún algoritmo de selección que permita elegir la mejor alternativa siempre? Depende. Sigue Leyendo...
¿A nadie le ha pasado alguna vez que está limpiando su habitación y aparecen los versos más bellos jamás escritos? Yo que soy un desastre, hago felices descubrimientos cada vez que hay baldeo general.
Recuerdo una vez, quizás la más insólita de todas las anécdotas de este tipo, que abrí un libro de una asignatura que aprobé el primer año de la carrera (claro está, mi carrera tiene 3 cursos, lo de años… a gusto del consumidor) y había una página señalada con una etiqueta de unos pantalones vaqueros. Cuando giré la etiqueta reconocí mi letra con unos versos que no me acordaba siquiera por qué los escribí, aunque tras unos largos momentos de concentración ya descubrí a cuento de qué venian, y me acordé (bendita memoria fotográfica) del momento exacto en que los escribí, los releí… y los dejé señalando la página de un libro de texto cercano pensando: “mmmh… no me gusta nada”. Es curioso como al redescubrirlos me encontré con una de mis mejores creaciones, espero poder ponerla algún día por aquí. Sigue Leyendo...
Este poema se lo dejé escrito a la voremia Nabira como comentario a un texto suyo, por tanto sólo el que leyera su texto podría leer el mio. Así quie, para que todos puedan leer una pequeña obra mía más, ahi va íntegro:
Lamento volver,
lamento regresar,
pero una fuerza indescriptible
me impulso a buscar;
tu primer nombre,
o el que primero conocí,
el que pronunciaba
cuando estaba loco por tí;
Es bueno darse cuenta
de que no se pierde la inspiración,
gracias a dios es porque alguien
ocupa entero mi corazón.
Mi guitarra ha oido cientos de historias
Pasadas, presentes, incluso futuribles
Mi guitarra ha recogido mil sentimientos
amor, dolor, tristeza, euforia…
Mi guitarra tiene un agujero,
donde han caido mis lágrimas.
de alegría, y de dolor, e incluso
de desamor de alguna voremia
Hace calor… quiero amor
Necesito un beso de mi amada
que me calme la sed de la pasión
que no se quede solo en la cara
Hace calor… quiero amor
un roce ardiente que me apague
una siesta bajo el balneario para dos
una sombra para que al mirarte no me ciegue
Comienzo una nueva sección en mis textos.
Revisiones es una especie de reescritura de una letra de una canción, pero cómo la haría yo si me hubieran dado sólo el texto
Ya que estamos, me hago publicidad: pronto saldrá la maqueta de “7th Sign” donde toco la guitarra, y vuelve a la carga el proyecto “R-Avenger” , donde soy multiinstrumentista (toco de tó, no malpenséis que tenéis la mirada suuuucia!!)
Fly Me To The Moon – Revisited
Llévame hasta la luna,
hazme tuyo por siempre
Roza mi pelo, bésalo,
siente que se extiende por tu cuerpo Sigue Leyendo...
Como profesor particular que soy, he podido comprobar que hay una espina que sigue clavándose en la casi totalidad del alumnado de enseñanza secundaria y superior: Las matracas.
Cuando tomo un nuevo alumno, veo como esboza una sonrisa que es una mezcla de “qué-le-pasa-a-este” con “venga-ya” cuando le digo que llegará un momento en que le gusten las matemáticas. Como a mi me gustan. Pero esa cara de incredulidad no tiene precio (ni con MasterCard ni nada).
Y por imposible que le parezca al querido lector (o a la querida lectora), las matemáticas pueden gustar cuando se ven más allá de las fracciones, las ecuaciones y las fórmulas. Es la ciencia de la misma vida, no en el sentido de la biología (que para este menester existe) sino para explicar esos dogmas de fé que aceptamos como verdades intachables y que aplicamos en cada uno de los momentos de nuestra vida. Todavía recuerdo, por ejemplo, las largas conversaciones que hemos tenido mi amigo Tom y yo sobre la hipótesis de un Dios matemático, que no es más que un espacio de dimensión n (y pensando que nuestro yo físico se mueve en dimensión 3, es algo demasiado elevado para el entendimiento humano). Los antiguos griegos decían que “el alma es una pequeña parte del dios, entendiendo por dios el universo”, por tanto se asienta mi teoría, y toma cuerpo otra, que sería: “en qué dimensión se mueve entonces el alma?” Obviamente es superior a la 3ª dimensión, pero menor a la n-ésima, por tanto se mueve en el rango [4,n-1]. Si esto es cierto, entonces podemos establecer como mínimo una 4ª dimensión para el alma humana, que puede ser (al gusto de cada lector) la capacidad de resurrección (en su variante espiritual o en la carnal, llamemosla entonces reencarnación), telekinesis y demás ‘poderes mentales’, capacidad de movimiento a la velocidad de la luz entre diferentes dimensiones (posible explicación de los sueños?). Y así podría tirarme siglos explicando miles de cosas. ¿Numerología? no, sólo matemática de la que se explica en 2º de Bachillerato (no meto tampoco nada universitario). Sigue Leyendo...
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