!Ay, unidad del día!

!Ay, unidad del día,
cuando el amor es un abismo
erizado en las cascadas de la espuma!.

En la brújula de tu rosa de los vientos
girando alrededor de las edades
y bajo la luz de todas tus honduras
reposan los sueños de tus horas.

Palpita tu alma de plata y bronce
en el enardecer callado de tu sombra
y en la máscara oculta de tus ojos
se trenzan los recuerdos de un vivir.

Reposas, unidad del día redimido,
en el pecho convulso de un latir
que se hace sonido de alba en alba.

Desde los años sentidos en tus labios
como niño flotas en el mundo
y ruedan por todo lo nombrado
las horas del reloj de tus preguntas.

Una palabra sola, sólo una palabra,
basta para romper el silencio de tu alma
y así, suave como gota de rocío,
te llevo, unidad del día señalado,
como tiempo embarcado en mi conciencia.

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