Carta a un extraterrestre

Amigo extraterrestre:

No sé si con tus poderes mentales puedes leer y entender el idioma de Cervantes y de Lope de Vega. Quizás sí. Quizás en tu planeta las margaritas se llaman también margaritas y son flores del campo o si los melones de Villaconejos son también allí llamados melones y los cultiváis en un pueblo llamado también Villaconejos. Seguramente hayáis escrito obras geniales en español y os sepáis de memoria “La vida es sueño” de Pedro Calderón de la Barca, “La colmena” de Camilo José Cela y “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez…

Pero bueno, vayamos a lo importante. Me gustaría conocerte para preguntarte si a la hora de hacer el amor tenéis las mismas relaciones sexuales que los hombres y mujeres de este planeta llamado Tierra o lo hacéis solamente a través del “boca a boca” que empleamos nosotros para devolver la vida a quien se está ahogando.

¿Tenéis mares allá arriba?. ¿Cómo son vuestros mares?. ¿Teneís marineros que llaman al mar “la mar” porque la consideran novias de sus existencias?. Espero, si tengo la posibilidad de conocerte algún día y entrar en contacto contigo en un camino solitario y en medio de la oscuridad de la noche (como siempre tenéis por costumbre hacer como si fuéseis la mismísima Virgen de Fátima) para poder preguntarte si tenéis o no tenéis dioses, si creéis en un solo Dios verdadero o si habéis llegado a la conclusión de que Dios no existe. No. No hablaremos para nada (cuando nos encontremos cara a cara) ni de religión ni de política, que producen siempre discusiones bizantinas sin salida alguna y tan absurdas que muchos terrícolas han muerto por su culpa. En realidad dichos temas son círculos viciosos y cerrados y por eso entiendo que sería una pérdida de tiempo lamentable hablar contigo del Papa, las cosas que dice Nicolás Sarkozy o lo que hace Bin Laden. Por cierto, ahora que hablamos de Bin Laden… ¿hay también terroristas en vuestro planeta?.

Bueno. Volvamos a lo interesante. Te quiero preguntar ¿cómo hacéis para matar el tiempo de ocio?. ¿También vosotros lo matáis matando conejos, liebres, perdices, gamos, ciervos, paloma o patos entre otras clases de animales?. ¿Os gustan las corridas de toros?. ¿Y qué pensáis sobre nuestra inveterada costumbre de correr detrás de una pelota y estallar en un rotundo y explosivo !!!gol!!! cuándo logramos introducirla en una llamada portería?.

La verdad, amigo extraterrestre, es que no entiendo para nada por más que le doy vueltas a mi cerebro, porqué lleváis tantos siglos en nuestro planeta jugando al escondite y apareciendo sólo en caminos solitarios y a personas solitarias. ¿No te parece muy infantil esa manera de actuar?. ¿Acaso es que sólo sois niños y nunca os hacéis adultos?. En realidad , esa forma de actuar de vosotros es la que nos trae de cabeza a los humanos a la hora de saber si existís o no. !Y la cantidad de debates históricos e histéricos que nos hemos planteado sobre ese asunto!.

Te doy mi palabra de humano de que si nos encontramos simplemente hablaríamos de temas como qué hacer para criar bien a los hijos, cómo mantener una verdadera amistad que dure toda la vida o simplemente cuál es la manera de que la paz sea, definitivametne, quien reine en toda la Tierra.

A mí, particularmente , no me preocupa para nada que seas verde o naranja, que tengas tres ojos en la frente o que lleves dos antenas parábolicas en las orejas. Lo que sí me interesaría es saber si me puedes enseñar de manera fácil lo de la teoría de la relatividad de Einstein si es que sabéis quién fue Eisntein; o qué me expliques también de manera fácil qué diantres es eso de los “agujeros negros” del espacio interestelar si sabes de su existencia.

!Ah, se me olvidaba una cosa importante!. Me gustaría preguntarte si también ahora mismo estáis atravesando una crisi mundial en lo económico y en los valores éticos en vuestro mundo si es que llamáis también mundo a vuestro planeta.

En fin, amigo extraterrestre, que tengo muchas ganas de conocerte para invitarte a tomar un par de cervezas frescas en la Plaza Mayor de Madrid mientras platicamos de cómo está el tiempo y cosaa parecidas y para pedirle a un turista japonés que nos haga unas fotografías para tenerlas como recuerdos inolvidables de nuestra amistad.
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Ojalá sea verdad que tenéis poderes mentales capaces de hablar sólo con el pensamiento y de saber qué pensamientos tenemos los humanos de la Tierra porque en ese caso te contrataría como mi escribiente particular y no tendría absolutamente que decir ni una sola palabra ni me tendría que ejercitar en esta fatigosa labor que es escribir diariamente mis ideas. Ese sería trabajo tuyo y me evitarías un gran esfuerzo mental.

Bueno, amigo extraterrestre, anímate y a ver si nos encontramos en algún lugar (pero por favor que no sea en un camino solitario en medio de la oscuridad de la noche) para invitarte a mi casa, presentarte a mi familia y comer un suculento cocido madrileño, o un refrescante gazpacho andaluz y de postre… !cómo no!… un dulcísimo melón de Villaconejos. Y no tengas ningún complejoen ser como eres, porque el hecho de que seas verde o naranja y tengas tres ojos en la frente y lleves dos antenas parabólicas en las orejas no tiene ninguna importancia para mí. De verdad te lo digo. Ninguna importancia.

Y si eres fumador empedernido tampoco te preocupes. En vez de comer dentro de la casa lo haríamos en el jardín. Pero sólo te pido que seas un tipo con gran sentido del humor y no te enfades cuando te cuente chistes sobre extraterrestres; como, por ejemplo, que fuísteis vosotros los que construísteis las pirámides de Egipto, los que dibujásteis las rayas de Nazca o los que levantásteis las estatuas de piedra de la Isla de Pascua. !Jajajajajaaja!. Ríete, amigo extraterrestre, de todos esos chistes sanos y de otros muchos que yo me sé y que te contaría mientras fumamos, después de comer, un buen cigarrillo Chesterfield.

Tu amigo, Pepe.

2 comentarios sobre “Carta a un extraterrestre”

  1. Lamento no poder ayudarte a resolver ninguna de tus dudas, porque yo tampoco he visto nunca a un extraterreste; quizás porque no salgo mucho de noche.

    Yo tengo una gran duda, ¿salen corriendo porque no quieren que veamos lo feos que son? o ¡somos nosotros tan feos que al vernos salen corriendo!

    Lo que si parece claro es que si han estado o están entre nosotros será porque técnicamente son mucho mas avanzados.

    No sé…. Quizás estuvieron, dejaron muestras de su presencia (moais, piramides, etc.) y se marcharon porque no les gustó nuestra forma de vida.

    Como digo yo no he visto ninguno, pero me da en la nariz que los terrícolas no somos los únicos habitantes de tan basto Universo.

    Bueno, si veo alguno ya te diré….

    Saludos y gracias por la reflexion, original y muy bien narrada.

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