No te acerques por mi espalda.
No le hables a mi pelo.
No desenredes mis rizos
con ese peine de dedos.
Que tus dedos son…..liosos
y tus líos,verdaderos
Que ya viví de quimeras
y ya me hirió tu estocada.
Estocada que me enseña
a diseñar alambradas.
No te acerques,basta!!
Que pude morir de amor,
y…..despertaré mañana.
Muy bueno, Marian. Ese decir ¡basta! debe ser eso mismo que señalas al final: “y… despertaré mañana. Ese mañana es hoy, Marian, y has despertado bien. Yo también me despierto cada día con un “sigo en mis adelantes con los buenos talantes de ser distinto al de antes”. Muy bueno tu poema, Marian.
Basta, me lo sigo diciendo!!! Que bien tu escrito; es como una canción Que te gusta cuando te identificas
Me ha encantado tu poema es verdadero y sincero como la vida misma, muy bello, un besote