Sentado en el cadalso de la propia existencia
el pensamiento se transforma en una sucesión de imágenes
soldados tristes de plomo jugando al juego de la guerra
miradas de grandes y tiernos ojos llenos de miseria y hambre
montones de billetes asoman por bolsillos de gordos opulentos
niños mendigando en las calles en busca del sustento familiar
manifestantes muertos por balas fatídicas que traspasan
órganos trasplantados de un muerto a un mortal
orondos pavos que huyen del carnicero cuchillo que les sigue
niños que ríen en las calles sin saber siquiera porqué
mujeres pintadas en las aceras invitando al placer del amor

cadáveres muertos en vida dirigiéndose a sus trabajos
olvidadas ilusiones de antaño que se marchitan en los cajones
pensamientos de lo que se quiso ser y nunca se llegó a intentar
hombres armados de la palabra que luchan batallas ya perdidas
despojos de incauta humanidad ocupando alegres sus escaños
un mundo que se encamina hacia su propia autodestrucción
una crisis económica que sólo afecta a los de siempre
una Iglesia que desde sus púlpitos arenga con la falacia
unos gobernantes que sólo se mueven por el ansia de infinito poder
niños que vagan perdidos por sucias calles llenas de ratas
embarazadas cuyos fetos nunca llegarán a ver la luz
serpientes que muestran al hombre la manzana para morderla
angustiosos sueños pesarosos que hacen llorar el alma
peces de colores vivos que aletean en las vacías calles de la ciudad
calamares gigantes que sacan sus tentáculos buscando almas
soledad que traspasa a ancianos que viven solos en sus casas
mujeres y niños que trabajan duro por un mísero plato de arroz
infancias perdidas en la oscuridad del maltrato y el abuso
alegrías rotas por enfermizos personajes que sólo aman el dolor
amores que parten el corazón y se marchan alegremente
tetrapléjicos pateando la ciudad en sillas de ruedas motorizadas
ciclistas atropellados por coches que luego se dan a la fuga
perros subidos sobre perras en celo dando satisfacción a primarios deseos
sentimiento puro de dolor ajeno que salen de las propias entrañas
nubes negras que ocultan el sol tapando tristemente el horizonte
mares llenos de manchas de oscuro petróleo que se derrama sin piedad
terroristas asquerosos que aniquilan inocentes por una tonta causa
asesinos en serie que disfrutan cuando ven el dolor en rostro ajeno
violadores lujuriosos de niñas que se dicen locos cuando sólo son despojos
debo dejar de pensar pues sino mi mente tan elucubrante me hará enloquecer
sólo debo volver a meterme en la corriente que sigue la sociedad contemporánea
volveré a convertirme en ciego sordo y mudo y aparentaré ser feliz como siempre
caminando inmerso en el ciclo de la vida actual que simplemente no es mas que un caos.