Carta de un médico

Esta carta la envió un médico al marido de una paciente fallecida.
Es todo un ejemplo de la valía de este profesional, y es famosa ya por haberse
difundido por internet.

Querido señor,soy el médico de Tratamientos de Urgencia que trató a su mujer el pasado domingo.
No fué hasta ayer que recibí la noticia de que había fallecido y quería expresar mi tristeza.
En mis 20 años como médico de T de Urgencia, nunca le he escrito al familiar de un paciente porque nuestros encuentros
suelen ser apresurados, y no permiten interacción personal.


Sin embargo,en su caso, sentí una conexión especial con su mujer, que era tan cautivadora y alegre a pesar de su enfermedad
y sus problemas para respirar.
Me emocionó el hecho de que pareciesen una pareja tan enamorada.
Usted la apoyó, le preguntó todo lo que tenía que preguntar con calma, interés y preocupación.
En mi experiencia como médico, encuentro que el apoyo y el amor es el bálsamo efectivo, ya que da paz y serenidad.
Siento su pérdida y espero que encuentre consuelo en el recuerdo del gran espíritu de su mujer y del amor que les unía.
Mis más sinceras condolencias para usted y su familia.

31 comentarios sobre “Carta de un médico”

  1. Bien Marian. Yo me pregunto algo sobre esta carta: ¿está dirigida a una amante o está dirigida solamente a una ausente? ¿Podrías sacarme de esta duda? MUCHAS GRACIAS POR ANTICIPADO. TU AMIGO, DIESEL.

  2. Estoy de acuerdo, Marian. Gracias por la aclaración pero cometes un pequeño fallo que me parece importante en cuanto a lo que yo digo: a esas cosas no las llamo “kikis” (que es propio de otro asunto) sino adulterio. Entre el “kiki” y el adulterio hay diferencias si quienes echan los “kikis” son solteros o casados. ¿Comprendes la diferencia ya que hablamos bien claro?. Por eso te pedí que me aclarases esta pequeña duda.

  3. Re: SEVEN UP
    por diesel el 27 Mar 2012 – 08:30 PM
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    ¡Qué bueno!. No sé si es real o tiene algo de imaginación pero sé que es cierto. Y eso es fundamental para arrancar una sonrisa al mismo tiempo que un hondo pensamiento y una profunda reflexión. !Muy bueno, Marian!. Ya digo yo que hay demasiado marroquí por aquí pensando en el quiquí…

  4. En cuanto a los “kikis”, y para tu conocimiento, los divido en dos categoráis muy diferentes: por un lado están los “kikis” por amor, con compromiso serio y que terminan siempre en boda (con lo cual no pasa nada malo) y los “kikis” sin amor, sin compromiso alguno y que sólo es vicio y nada más que vicio. Esto es muy importante saberlo diferenciar. Así que tenemos tres categorías: el adulterio, el amor comprometido que se cumple a la perfección y el vicio de los viciosos. Me parece que como somos adultos está bien explicado.

  5. Marian: Quiqui o quiquí significa que el marroquí quería coompartir polvos contigo… jejeje… claro que echar un quiqui o un quiquí puede ser solamente un deseo y nada más; o sea, algo que no llega a ser posible porque se le corta el deseo y santas pascuas (lo digo porque eso fue lo que le hice yo a una desesperada) jejeje… y no era que fuese ni guapa ni fea sino que no era la mía. Jejeje.

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  6. Lo explico. La onda es lo que está de moda (y ya vemos lo que es la moda en estos asuntos) y la no onda es lo que todos sabemos desde que están los hombres y las mujeres sobre la tierra. O sea, que el “kiki” se echa porque es la moda a veces porque es la onda (¿comprendido hasta aquí?) o se echa porque dicen los machistas de toda la vida (no los de la onda sino los de la no onda) para ser un hombre (¿me has comprendido ahora?).

  7. Me parece que te has saltado varios pueblos, Marian… porque he buscado en mis textos y no aparece ninguno en que la palabra “kiki” la haya expresado relacionado con estos temas de echar o no echar “kikis” sino que pertenecen a otros temas diferentes. Busca bien en mis textos, a ver si te has confundido con “quinqui”. Te doy permiso para que me lo demuestres.

  8. Quizás lo haya utilizado en algún comentario par aclarar alguna duda ya que hay tantos despistados por el mundo de los internautas… pero en todo momento he dejado bien claro lo que es para mí echar un “quiqui”. Ahora bien, escribir un texto yo sobre ese asunto lo he hecho empleando otras palabras. Como tengo tantos comentarios podría ser que haya comentado algo… pero desde luego poniendo los puntos sobre las íes para no confundir a nadie. Y no me salto níngún pueblo. Pro si crees que yo estoy metido en “La ceremonia de la confusión” te prometo que jamás estoy metido en esa clase de mundos sino que los analizo desde afuera. ¡Jejeje! Si me equivoco demuestra que me equivoco. Te afirmo rotundamente que ni he estado yo nunca en “La ceremonia de la confusión” ni lo estaré. Esos mundos de los “kikis” no me itneresan para nada como nunca jamás me han interesado y tengo testigos y testigas que queden afirmar que es cierto cuanto digo. Otra cosa son las apariencias pero yo de apariencias no vivo.

  9. Me hierve la sangre
    Un comentario más poniendo en duda algo se agradecería AMIGO
    Que amenas me haces las tardes…no me doy cuenta y casi las ocho
    A casita… a por mi colacaooooooo

  10. Muy bien, Marian. Yo también prometo tomar Colacao esta noche para ver si sueño con que se me aparecen los marcianos y me demuestran que estoy equivocado. UN SALUDO CORDIAL Y AMISTOSO.

  11. Hola Marian: Me he tomado ya el Colcaco y todavía no he recibido la visita de ningún tipo de marcianos. Si sueño con ellos y me explican que estoy equivocado ya te lo haré saber con tiempo suficiente para que lo sepas… pero en sabiendo yo entiendo que de “kikis” ná de ná. Lo que yo he escrito ha sido sobre “polvos”.

  12. Buen día nos dé Dios, Marian. Un cordial saludo. Esta noche no han venido a visitarme los marcianos y me he vuelto a despertar siendo terrestre. En cuanto a tu Carta a un médico, la leo nuevamente. En primer lugar el médico parece que es de gran valía profesional, de esos de los que, a la antigua, conocían perfectamente a sus pacientes. 20 años de profesión ininterrumpida dan para mucho si se saben aprovechar. En tu texto hablas de calma, interés y preocupación. Se nota, en la forma de narrar, que es especialista y encuentra la paz de su espíritu auscultando a las mujeres. A lo mejor es que no encontró el amor verdadero y se consuela recetando… UN SALUDO AMISTOSO.

  13. En cuanto a lo de polvo lo mejor que he escrito, entre otras cosas más, es el poema titulado “Polvo de azúcar esparcido”. Si quieres puedes leerlo consultando en Búsqueda Avanzada con la palabra polvo.

  14. Hola Marian,
    al leer la carta, dos cosas llegaron a mi mente. La primera, en la actualidad hay muchos doctores fr’ios y que poco saben de sus pacientes. Ser’a porque carecen de la virtud de apreciar, en toda la extension de la palabra, a la persona que est’a frente a ellos?
    El segundo pensamiento y sentimiento, es en referencia a lo que dice en la carta “el apoyo y el amor es el bálsamo efectivo, ya que da paz y serenidad.”Me caus’o ternura y ala vez fue una respuesta para muchos, en especial en relacion de pareja. Ese b’alsamo del que hablas es la medicina para las parejas de hoy y para las familias disfuncionales.

    Saludos afectuosos 🙂

  15. Hola Laura (te llamas igual que mi hija mayor)
    Esa carta me la mandaron por e-mail y me sorprendió mucho.
    Los médicos no suelen mandar cartas a los familiares de fallecidos
    Me emocionó pensar que hay gente así por el mundo.
    El poder del amor, es el medicamento más fabuloso que existe
    Un abrazo inmenso cielo

  16. Este texto, muy bien escrito, me hace recordar a aquellos antiguos médicos de cabecera, como los llamaban nuestros antepasados, que eran casi como partes de la familia. La valía de ellos era que trataban a sus pacientes de una forma muy afectiva y, por eso, representaban parte sentimental del oficio. Más que una profesión se tomaban la medicina como un oficio. Sus Tratamientos de Urgencia eran tan personales que, a veces, solía suceder que si la paciente era guapa y atractiva hasta algún sentimiento amoroso podía suceder en el ánimo del médico. Ocurría algunas veces y eso está registrado, incluso, en algunas novelas costumbristas; y, sobre todo, en novelas por entregas. En tu texto leo lo siguiente: “sentí una conexión especial con su mujer, era cautivadora y alegre” y esto puede interpretarse como una sensación amorosa del médico por la señora paciente. Aquella clase de médicos de cabecera llegaban a enterarse de cosas muy íntimas de las familias y en esas intimidades tenían que mostrar, como tú bien escribes, “calma, interés y preocupación”. Calma para poder ocultar ciertos sentimientos; interés porque se les despertaba esa sensación de que, en cierta manera, eran parte íntima de sus pacientes y, sobre todo, preocupación para que los maridos no pudiesen sospechar que algo oculto podía estar surgiendo. En este texto hay otro detalle muy singular: “Siento su pérdida y espero que encuentre consuelo en el recuerdo del gran espíritu de su mujer y del amor que les unía”. Esta linea del texto, antes de la despedida final, muestra que el médico de cabecera debería sentir algo así como celos amorosos por el amor que se profesaban esposo y esposa. Lo de “el apoyo y el amor es el bálsamo efectivo” viene a demostrar que se puede pensar que el médico de cabecera, en el fondo, estaba deseándola… pero… desde luego en esta carta no se muestra implícitamente dicho sentido amoroso aunque sí el deseo. MUY BUEN DÍA AMIGA MARIAN Y QUE TENGAS FELIZ SEMANA.

  17. La mejor nana, amiga Marian, no es “la nana del silencio”. La mejor nada que conoce el niño que llevo dentro es “la nana de los besos”. Entre “la nana del silencio” (que no me sirve nada más que para cuando soy poeta sin edad alguna) y la “nana de los besos” (que me sirve para ser siempre un joven de 18 años de edad) ya sabes que la mejor es la de “los besos” pero si, al ruido emocional de “los besos” (acompañados del latir infinito del corazón) le añades “el silencio” de los sentimientos tienes una Nana Completa. No es necesario llorar con “La Nana de la Cebolla”. Yo prefiero sentir otro tipo de emociones y si tengo que llorar que no sea por tener que pelar cebollas y tú ya me entiendes…

  18. Quizás el psiquiatra también lo haya entendido o eso espero… pero de los psiquiatras sólo se puede esperar tochos dialécticos en vez de “Sonrisas y lágrimss”. Si los psiquiatras -que se llaman a sí mismo médicos- aprendieran a visualizar bien “Sonrisas y lágrimas” quizás hasta se convertirían en seres inteligentes… pero dudo que por el camino que llevan lo consigan…

  19. Aviso que me están quitando comentarios que envío y los hacen desaparecer. A ver si se toca alguien las narices (por no decir las pelotillas de las narices) y dejan que la libertad de expresión se exprese con total libertad llamando al pan pan y al vino vino. Comentaba, en el comentario que me han borrado, que los médicos de cabecera me parecen demasiado “cabezones” y me produce dolor de cabeza pensar en ellos (siempre tan serios y tan interesados pero nada interesantes) y que es muy divertido hacer de tu vida algo así somo la famosa comedia-farsa de Moliére, que se llamaba Jean-Jaques Poquelin, titulada “El enfermo imaginario” que se hacía pasar por enfermo para cachondearse de todos los ideólogos sociólogos, para cachondearse de todos los sociólogos psicólogos, para cachondearse de todos los psicólogo psiquiatras y para cachondearse de todos los psiquiatras patólogos que tienen la enfermedad patológica de inventarse falsos diagnósticos y hacer informes más falsos que una rupia del siglo XXI intentando hacerse pasar por un doblón del siglo XV (y es que esto de doblarse es ya una fea costumbre de pelotas indecentes) y más patológicos que sus falsos diagnósticos y que ya todos sabemos que Moliére terminó aquella farsa ridicula (como pasa en la vida real) con “El médico a palos”. Pues sí, “carissima” amiga como dicen los italianos, mola mucho… mola más que el general Mola… tomarse a cachondeo a los patológicos doctores (sean “cabezones” o tengan menos cabeza que un pato botijo). Para aguantar tanta tontería es por lo que nos tenemos que cachondear todo lo que sea neceario porque la verdad si tuviésemos que tomarnos en serio a los doctores ideológico-patológicos tambien tendríamos que tomarnos en serio a los politicos-ideológicos y, la verdad, es mejor tomárselos a cachondeo y recordar que también fue Moliére quien escribió “El chorlito” (o algo que significa “chorlito”) y si lo digo será por alguien. ¡Freír espárragos es muy bueno como terapia para los hermanos del Chupetín de la herencia y a mí Plin porque pienso en Valencia! ¡Jesús que paciencia confundir Valencia con Palencia porque así son de analfaburros!

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