Celso García ni sabía ni entendía.

Primer Curso de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Celso García, el gracioso de las tejas e iluminador de las pacotillas era, en verdad, de esos cotillas que iluminan sus ignorancias con las apariencias de la tele. Pero en cuanto a Periodismo ni sabía ni entendía. Así que en el VIP de Fuencarral no hacía más que el ridículo al querer ser más chulo que las pesetas. Por unas simples pesetas iluminaba cosas tan insulsas como el mear de los esquimales. ¿Qué importancia tiene que los esquimales meen a chorro o meen a cuentagotas? Y es que Celso García ni sabía ni entendía de mujeres.

Supongo que ahora tendrá la teja tan visible que hasta ilumina los pasillos oscuros de la tele como si fuese Telerín. En realidad de camas sólo sabía lo que eran los camastros porque lo que es de chavalas guay sabía menos que Tintín. Y es que más que Tintín era Tontón. Le mandé a freir espárragos ya que de huevos no sabía ni cascarlos. Supongo que habrá aprendido ya lo que es una tortilla de patatas porque patatero era un mogollón. Y hablo de 1975.

Ahora estará ya más acabado que un rodaballo sin caballo. Porque de cabalgar sabía menos que El Algarrobo. A lo mejor está ya tan gordo que se sale… porque salido… lo que se dice salido… estaba más salido que el renglón que nunca sabía escribir. A lo mejor hasta es calvo y está lleno de moscas. Jejeje. A lo mejor se come un atún calvo pero de comerse rosquillas era un verdadero cero a la izquierda. Le di un corte de mangas cuando le conté que no me importaba que fuese un chivato porque, y él sabe lo que digo, a los chivatos me los paso por la entrepierna. ¡Claro que yo me reunía para hablar de los del Gobierno! ¿Y qué? Ahora vas y lo tuiteas, iluminador de las pantallas. Y es que de pantalla iba el gachó.

En Ecuador me contó un señor escritor que, y esto no va por nadie en particular, a quien nombre no tenía se le ponía García. También lo puedes tuitear si lo deseas, señor Celso, que eres más antiguo que Paracelso y eso que ya es decir. Yo no soy un iluminador y menos todavía un iluminador del Movimiento. A mí me iluminan las estrellas y en technicolor para estar más bellas. Vete a contar lo de Guinea a Magro por ver si hacéis un revival del Informe Semanal. Pero creo que sabes menos de lo de hacer un documental que de documentarte de las vidas ajenas. Cotillas habíamos y cotillas los hay. Sobre todo a la hora de contar chistes chinos por no decir chistes cochinos. En eso sí que era un “hacha” el excelso señor Celso.

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