Sentado en una terraza, admirando un cálido sol de invierno en una mañana fría me he preguntado ¿quién fuiste? Pude responder perfectamente; minutos después me pregunté ¿quién soy? No pude responderme de forma completa, por eso tengo a quien tengo al lado, para que me recuerden quién soy, porque sin ellos faltaría una pizca de mi ser.
Escribiendo me pregunto ¿quién seré? Y es de respuesta fácil: que me lo describan, no soy de enciclopedia, vivo y viven.
Sí, Morado. ¿Quienes somos en realidad? Lo que sucede es que, en ocasiones, nosotros que sólo somos caminantes podemos hasta entrar en las página de esa historia humana. Un abrazo cordial.
Nos hacemos una ligera sospecha de “qué somos”, Los que nos rodean son los que realmente lo pueden percibir. Lo que seremos, es mucho más complicado de deducir, hay que dejar pasar el tiempo para descubrirlo.
Un saludo.