Como cada día.

Lo sentimos mucho pero, usted no da el perfil que buscamos.
_ ¿Cuántas veces había oído esas palabras?
Dos, la verdad, no eran muchas, pero aquello la hundía moralmente.

Nunca creyó en sus posibilidades para aquel trabajo. No debió de escuchar a los que la animaron a hacerlo. El asunto era harto difícil. Siempre le dio miedo y respeto. No quería defraudar a la mano amiga que la introdujo anaquel mundo.
Fuera de el todo era soso, sin vida, aburrido. Allí empezó a encontrarse bien pero con reparos. Nunca sabía como comportarse pero aguantaba el tipo mejor que much@s otr@s, por nada del mundo quería defraudar a su mentor.

Pero sucedió el detonante que hizo que su situación empeorase.
El trabajo que debía de hacer estaba escrito en clave. Era de los que más le gustaban descifrar, pero aquel día no supo entender bien. Todo se vino abajo. La cadena hizo una parada brusca .La producción peligraba. Por un momento las compuertas se cerraron. Fue tan solo un instante, lo justo para que las gentes que se alimentaban de ellos pasaran hambre. A punto de ocurrir un caos, no sonaron las sirenas gracias a que alguien estuvo al lance y detuvo la catástrofe.

En aquel lugar al tercer fallo te daban el pasaporte. Prefirió marcharse de allí antes de que ocurriera de nuevo algo más trágico.

Dejó aquel mundo de mentes privilegiadas y marchó sin rumbo. Ya era tarde, en ningún lugar la acogerían. Marcharía a la isla de los olvidados.
Tomó sus cosas y llorando dejó tras de sí un mundo de alegría, amistad y convivencia.
Vagaba sin rumbo, cabizbaja y hundida. De pronto notó una mano en su hombro y una suave voz amiga que le decía:
_Vuelve, te necesitamos, hay tareas que solo Tú sabes y puedes hacer.
Al oírle todo su cuerpo tembló, el bello se le erizó, por fin vería el rostro del que tanto la protegía, hasta ese momento nunca lo tuvo tan cerca. Presa de la emoción giró la cara para ver a su interlocutor y……..

Ring…Ring…Ring….sonó el despertador.
Aturdida abrió los ojos, en su mente estaban latentes los últimos instantes del sueño que había tenido.
_A buena hora toca el aparatito este… pensó.
Y con las legañas todavía pegadas en ellos se dispuso a escribir como cada día lo venía haciendo.

2 comentarios sobre “Como cada día.”

  1. Son curiosos los mensajes que nos hace llegar el subconsciente a través de los sueños. Si hubiera sido realidad, el desenlace de éste te hubiera dejado en inmejorable posición para pedir, lo más rápidamente posible, un buen aumento de sueldo, jejeje.
    Besos, Wersemei.

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