En la primera búsqueda que hice en Google apareció…
El número 1 lo tuvo Franco, el 2 su mujer, y el 3 su hija. A partir de ahí los números de una sola cifra (hasta el 9) están sin asignar. Los siguientes hasta el 99 se reservaron para la Familia Real: el 10 se le asignó al Rey, y los siguientes a la Reina (11), a las infantas Elena (12) y Cristina (14) y al Príncipe (15). El 13, por pura superstición, se obvió. También el Estado Español es supersticioso…
Además, por curiosidad, en bastantes países occidentales, el 13 es visto como un número de la mala suerte. Se habla de triscadecafobia cuando alguien tiene miedo al número 13. Esta superstición parece venir del hecho de que a la mesa de la Última cena trece personas se sentaron y una murió.
Los “martes 13” en España y Latinoamérica y “viernes 13” en los países anglosajones están considerados de mal agüero.
De hecho es muy habitual, aunque a muchos nos parezca absurdo, omitir este número. Se hace en:
· Competiciones: La Fórmula 1, por ejemplo.
· En algunas calles se omite el portal 13.
· En Madrid, por ejemplo, no existe la línea de autobús 13.
· El motorista Ángel Nieto siempre se refiere a su 12+1 victorias.
· En algunos hoteles se evita utilizar el piso 13 para clientes y se utiliza para servicios.
Las supersticiones son afirmaciones en muchos casos muy graciosas. Si rompes un espejo siete años de mala suerte, derramar sal, ver a un pelirrojo, pasar por debajo de una escalera, cruzarse con un gato negro, abrir un paraguas dentro de un establecimiento cerrado, si sientes un escalofrío repentino es que alguien acaba de pisar la que será tu tumba, si te zumban los oídos es que alguien está hablando mal de ti, tendrás mala suerte si te levantas con el pie izquierdo, malos augurios si pones el pan al revés en la mesa; ¿quién no ha pedido un deseo cuando ha visto una estrella fugaz y al soplar las velas de la tarta de cumpleaños?, y, por supuesto, un juramento no tiene valor si mientras lo haces cruzas los dedos.
Pues a mí, me encanta el color amarillo, siempre me compro la Lotería de Navidad terminando en 13, el pan me da igual colocarlo boca arriba o boca abajo y siempre me levanto con el pie izquierdo porque mi cama está situada así.
A mi también me encanta el color amarillo. El primer equipo de fútbol en que jugué, siendo todavía estudiante escolar, vestiamos con camiseta amarilla y hubo una camiseta amarilla en mi primera juventud -ls de los 16 años- que me trae muy buenos recuerdos pero también es verdad que a mi hermano mayor el amarillo le horrorizaba (será que una vez jugó de portero y le metieron 12 goles sólo en la primera parte hasta que el entrenador lo sustituyó). Eso fue verdad pero no tenía la culpa su jersey amarillo sino que él era pésimo como portero de fútbol. Claro que es cierto que hay personas muy supersticiosas y algunas de las que he conocido son personas de gran reputación social. Pero la superstición es una verdadera cadena que nos ata la libertad. En cuanto al 13 en Argentina estuvieron muchos años sin poner la línea de autobuses con ese número pero al final decidieron superar esa superstición y hoy existe. Quizás algún alcalde de Madrid logre superar el “trauma”. Eso del 13 tiene una verdadera historia documentada, Criss… pero me alegro que tú seas libre y lo consideres simplemente una tontería humana -más o menos graciosa- yo también lo creo así. El dia 13 es un día más que puede ser bueno o puede ser malo pero no por el 1 delante y el 3 detrás. Ni Pitágoras, el filósfo de los números, creyó tal barbaridad.