De los apuntes de verano

Desplegar un amplio sentido de la percepción nos decubre la compleja naturaleza de la vida. Pensamiento. Me sorprendo, muchas veces, al pensar en el instante en que algo nos diferenció de las plantas, de las montañas de otros animales. Observo mis dos brazos y mis dos manos. Su sentido útil forma parte de la necesidad del cerebro para “palpar y coger”. Los dedos se mueven con una perfección extraordinaria. Cada yema nos aporta miles de sensaciones. A toda sensación añadimos nuestro progrma de análisis. Somos humanos gracias a la tarea que las manos han ejercido durante milenios. Somos humanos porque hemos aumentado el vocabulario de sensaciones experimentadfas. Somos humanos porque habitamos en dimensiones múltiples.

En el Universo observable todo tiene relación. El sentido de la posición de las estrellas ha cambiado con el paso del tiempo y el aumento de ese mismo Universo. Somos capaces de alcazar a ver un punto de luz extraordinariamente alejado. Hoy, el cuerpo es azul, la geografía de piel es azul, como la percepción de una vibración luminosa. Somos humanos por una raón, quizá pequeña y diferente a la del chimpancé o de la mosca. Todo lo demás sigue extendiéndose en este Universo expansivo.

Un comentario sobre “De los apuntes de verano”

  1. A veces nos sentimos tan orgullosos de “alcanzar a ver un punto de luz extraordinariamente lejano” que nos olvidamos de nuestra interioridad.

    La observación de las estrellas, como no se tenga una profesión relacionada con ello, es algo que no interesa a mucha gente. Sabemos que están ahí, pero en las ciudades es casi imposible verlas. Demasiada luz nos ciega.

    Siento mucho estar tan negativa hoy.
    Saludos.

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