De manzanas y otras hierbas

Manzanas

Empezamos con la de Eva;
no se subió a una escalera,
porque se la alcanzó Adan,
y dijo “No creas que me va el plan…”

Pero Eva, muy curiosa ella, como posteriormente se diría de todas nosotras, sus hijas, quiso probar aquella manzana, aquella precisamente. Y, claro, pasó lo que pasó.

Seguimos con Atalanta,
que era buena corredora,
aunque para hablar de boda,
prisa no tuviera tanta.

Pero no contaba con que Hipómenes arrojara a su paso tres manzanas de oro, que la hicieron pararse, con lo que perdió la carrera. Esta es, al menos, la versión oficial, mientras que muchas de nosotras creemos reconocer en ella a una de las primeras mujeres independientes.

Entre éstas y la de Isaac
habrá habido más manzanas,
pero ya es tarde y no hay ganas,
Que mañana hay que currar.

7 comentarios sobre “De manzanas y otras hierbas”

  1. A veces pienso si Eva llegó a morder realmente la manzana. El plan no era desobedecer a Dios (como dicen los religiosos) sino descubrir que las mujeres y los hombres debemos comprometernos con las acciones decisivas. Y si Eva llegó a morder la manzana y Adán después es porque se liberaron de la penosa carga, la tremenda carga, de vivir eternamente sin tomar decisión alguna. Exista o no exista Dios que viva la libertad y desde luego no condenó Dios a nuestra pareja por morder una manzana. De eso estoy totalmente seguro. Ningún juez condenaría a una pareja por comprometerse sencilamente a ser libres. Así que Dios no condenó a nadie por morder manzanas. Otra cosa bien distinta es lo de Atalanta. Atalanta decidió: boda o independencia. Pensó que, en aquellos momentos, la libertad era mucho más importante. La boda podía esperar. Las manzanas no. Otra vez la manzana en la vida humana. Y repito lo que tanto hemos aprendido este mes sobre la frase de Only: “Muerde a la manzana antes de que la manzana te muerda a ti”. Un besote vorémico Carlota. Por cierto la manzana de Isaac está todavía en el suelo. ¿Algún sabio hambriento de conocimientos se atreverá a morderla?.

  2. Se os olvida la manzana del juicio de Paris, que fue el origen de la guerra de Troya.

    Hera, Atenea y Afrodita se disputaban quién era la más bella. Bajaron a la tierra y encontraron a Paris a quién pidieron que entregara una manzana dorada a la que considerara más bella. Él eligió a Afrodita, que le prometió que se enamoraría de la mujer más bella de la tierra.

    Paris, al llegar a Esparta, se enamoró perdidamente de Helena, la mujer de Menelao, la raptó y se la llevó a Troya. Fue el comienzo de la guerra de Troya.

    También Hércules, en su undécimo trabajo, buscó las manzanas doradas del jardín de las Hespérides, que proporcionaban a los dioses la inmortalidad.

    Para mi la manzana, como bien apunta Diesel, más que un símbolo de “pecado”, es un símbolo de “elección”. Es la búsqueda hercúlea del sentido de la vida. En la mitología, los cuentos de hadas y la vida, si te ofrecen la manzana, es un dilema el que te plantean.

    Yo digo ¡prueba!

  3. Ya sé que faltan muchas manzanas, pero la inspiración me faltaba, era tarde cuando lo escribí… en fin, puede sonar a excusas pero no pretendía hacer un repaso exhaustivo de la presencia de esa fruta en la historia de la Humanidad.

    Mi diccionario de símbolos dice: “Como forma casi esférica, significa una totalidad. Es símbolo de los deseos terrestres, de su desencadenamiento. La prohibición de comer la manzana venía por eso de la voz suprema, que se opone a la exaltación de los deseos materiales. El intelecto, la sed de conocimiento es – como sabía Nietzsche – una zona sólo intermedia entre la de los deseos terrestres y la de la pura y verdadera espiritualidad.” Coincide con lo que decís, prácticamente.

  4. Y todavía nos faltan …¡un barril lleno de manzanas! ¿Recuerdas la escena de “la isla del tesoro” en la que el Jim Hawkins se mete en el tonel en busca de una manzana y descubre los planes de Long John Silver?

    La sed de conocimientos, me ha gustado mucho ese matiz que has aportado en el simbolismo de la manzana.

  5. Creo que más bien se refería a la sed del Conocimiento, lo que no es exactamente igual a la sed de conocimientos.
    Pero eso es una interpretación subjetiva. La ese la has agregado tú, sin embargo. Bueno, quedamos fifty/fifty ¿vale?.

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