deseos frustrados

Verdes cenizas de negras hogueras esparcidas por el aliento de los perros que custodian tu alma ciegan mis ojos tras las tupidas cortinas de mi corazón.
Largos brazos etílicos de negros dedos partidos asen mi vida y me separan del baúl de tu deseo.
Gaviotas del libre pensamiento surcan los cielos de tu sexo ausente y extraño para mí.
Personajes de cuentos infantiles pelean por matar a la razón que reside en tu mente.
Reclámos inútiles a varias horas que las pequeñas hormigas numeradas esconden en su hormiguero.
Deseos frustrados de tenerte me invaden retorciendo mi cabello sobre mi garganta.
Puedes irte volando lejos de mí. Ya no te amo, ya no te quiero.. o ¿quizás si?

3 comentarios sobre “deseos frustrados”

  1. La pregunta del si o del no la expones con una abierta premisa de sensaciones cotidianas. Muy interrogativo un final que resume todo el esquema. Es original y muy bien templado el sentimiento.

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