Diálogo entre Tinieblas: Juan de la Cruz

No descansa mi corazón, porque no te alcanza, divino ser. El silencio suena, como un leve soplo que agitara mi mente y me provoca hacia ti. Tú eres la llamada oculta que me atraviesa; hoy, sin luz, mi esperanza en la perpetua espera en ti. Extiendo tus Tinieblas, oh duda. Nada es sin él, Padre Amado. Mi desdicha esno saber cómo alcanzar la plenitud del amor, fusión con tu divino ser. ¡Oh humanidad, carne adherida al hueso y a la piel, pasos cansados de un vivir en la senda de otros pasos. No me mueve…no, esta vida que se acorta a cada paso hacia Ti, mi ausencia de inquietud, abrazo intenso. Dejaré descansar lo que no quiero….que muero, porque no muerto. Teresa de Jesús…al otro lado, el mismo amor, el ansia de Ti, estar a tu lado contemplándote. Tinieblas del día, de esta eternidad de ser corazón y desesperanza, que no me alcanza la palabra para dejar en ti el éxtasis sin dueño.

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