Dime tú,
que tanto pedías comprensión
dónde buscarte ahora,
para qué preguntar en la oficina de la desesperación
si cuando el mar reposa tranquilo
expectante a cualquier cambio inesperado,
tú flotas creyendo que tu mundo es especial.
Pero dime ahora,
dime si cuando la lluvia moje tus ojos vendrás
si cuando sueñe tu me dormirás
si aún cuando nuestros cuerpos
desnudos vuelvan a conectar
tu sonreirás,
creyendo que con esa mirada
pondré todas las estrellas a tus pies,
dime si al amanecer
estarás haciendo planes otra vez.