No quisiera caer en el catastrofismo al que nos van acostumbrando con películas, novelas y Leonardos metidos a Templario de pro. Nuestra época se va llenando de paradigmas vacíos de contenido. Un humanismo encubierto que eleva el progreso del ser hacia una dimensión de acontecimientos, sin más. Se lee muy poco. Se habla mucho. Se combate en todos los frentes de esta guerra mundial tapada por los memntideros políticos. ¿Dónde está la humanidad?
Nos acostumbraremos a la dureza de quien sobrevive. No existe claridad en las voces de los grandes reencarnados. El silencio de qui8enes fueron premios nobeles de la Paz…equivale a su tarea callada, aún más callada, bajo el peso de la medalla. El compromiso de muchos…ese voluntariado en favor de la vida, y no de la muerte, debe contemplar con pánico, que los desastres vendrán de la mano de quien dice hablar por boca de Dios.
Nada avergüenza más a un dios qe un simple humano se atreva a hablar en su nombre, porque también los dioses son el EGOISMO (con mayúscula).