Dos caminando con auriculares en los oidos

No deja de ser habitual que la moda se haya convertido en la razón más inconsecuente para seguir sus reglas. Ayer, justmente por la tarde, pasaban por la misma acera que n servidor, dos jóvenes que llevaban auriculares en los oídos. Nada se decían y si tuvieran que hacerlo no se oirian. Iban silenciosos. La música les aislaba de todo. La realidad del cerebro era un eco estremecedor y pulsional. Caminaban casi dirigidos por ese inconsciente de las aceras, de las rutinas…Seriedad en sus rostros. Una juventud con sabor a cable, con la tecnología como suplemento dietético. En ese omento podría suceder cualquier cosa…¿pero qué puede suceder cuando uno no está en este mundo?
Cada vez, la MODA, implica un deshacerse los sentimientos, de ese ser uno-mismo, y adherirse al gran rebaño donde todos deben emitir las mismas señas de identidad.Recuerdo, que hace unos años, los niños sordos llevaban prótesis colgando del pecho y dos cables que iban a sus oídos. Les daba una inmensa vergüenza hacerse notar como “diferentes”. La tecnología creó las prótesis retroauriculares. ¡Fin del problema! ¿Qué pensarán cuando vean que el mundo está al revés?

Deja una respuesta