El chico de la fila de atrás (Relato)

Sinopsis.- Sara Montesa, de 55 años de edad (mujer de un empresario cinematográfico italiano llamado Luigi Alberto Antognioni de también 55 años de edad), que se las da de muy culta e inteligente, intenta ligar y conquistr a Juan Manuel Fernández, un chaval de tan sólo 17 años de edad, que está interesado en poder conseguir aprobar las oposiciones a Correos de España y que vive en el humilde barrio de Lavapiés. El padre de Juan Manuel Fernández, don Rafael Fernández, de 45 años de edad, peón de albañil, y la madre Joaquina Sabina Fernández, que trabaja de vendedora de trapos en El Rastro madrileño y, por las noches, como camarera de un club de alterne, para poder sacar a la familia adelante, no saben qué hacer para sacar a su hijo de aquel laberinto en el que se ve envuelto.

Será la intervención de Pepe Julián, un compañero de estudios de Juan Manuel Fernández, de también 17 años de edad, quien intente resolver el asunto.

Story Line.- Una mujer bastante madurita y entrada encarnes, llamada Sara Montesa, a sus 55 años de edad y que siempre engaña a su esposo Luigi Alberto Antognioni, de 55 años también, (que es uno de los más famosos empresarios cinematográficos del mundo y que acaba de aceptar un guión de un escritor desconocido, llamado Julio César Altamira), está intentando atrapar en sus redes amorosas a un joven estudiante del barrio de Lavapiés, Juan Manuel Fernández, que está entregado a la ardua labor de aprobar las oposiciones a Correos de España y que resulta ser un chico muy tímido a la hora de hablar con las mujeres ya que sólo tiene 17 años de edad. El padre de éste, llamado Rafael Fernández es un peón de albañil de 45 años de edad, cuyo sueldo es tan escaso que es necesario que la madre, una joven de 38 años de edad, llamada Joaquina Sabina Fernández, de origen colombiana pero nacionalizada española, además de trabajar como vendedora de trapos en El Rastro madrileño tenga que hacerlo también como camarera de un club de alterne por las noches, no sabe qué hacer para sacar a su hijo de aquel embrollo y se lo comenta a la esposa a ver si ella puede conseguir encontrar la solución. Es entonces cuando Joaquina Sabina Fernández se acuerda de un joven compañero de estudios de su hijo Juan Manuel Fernández, que también tiene 17 años de edad, muy introvertido y reservado, llamado Pepe Julián, que es muy listo en el asunto de tratar con las mujeres y se pone en contacto con él por ver si puede solucionar el conflicto. Pepe Julián, que siempre se sienta en la última fila de los autobuses porque así desarrolla sus capacidades de observación sobre los seres humanos, acepta la petición de la madre para ayudar a su compañero de estudios y entre Joaquina Sabina Fernández y Pepe Julián traman una estrategia que quizás pueda ser la solución.

Argumento.- Un señora millonaria nacida en tierras manchegas, que se llama Sara Montesa de 55 años, cuya fortuna la ha conseguido al casarse con un hombre nacido en Génova, Italia, de también 55 años de edad que es un magnte mundial en el mundo de la cinematografía, llamado Luigi Alberto Antognioni que se encuentra en estos momentos muy interesados en llevar al cine un guión presentado por un desconocido extremeño que vive eo Madrid desde muy niño, llamado Julio César Altamira, de 20 años de edad, que se titula “El chico de la fila de atrás”, siempre alardea de ser una mujer muy culta cuando en realidad sabe sólo un poco de Geografía nada más, debido a los numerosos viajes que hace con la alta sociedad madrileña en donde ha sido introducida por su esposo, afincado en Madrid desde que tenía 22 años de edad, tiene la costumbre de engañar a éste con jovencitos de muy poca edad, todos menores de 20 años, porque en el fondo le odia a su esposo Luigi Alberto Antognioni debido a que éste sí posee una gran cultura general. Ese afán de engañarle ligando con jóvenes menores de 20 años de edad ha hecho que Saras Montesa haya recurrido a decenas de operaciones estéticas para aparentar 25 años de edad (aunque se ve, fácilmente, a través de muchos defectos, lo madura que es ya, lo cual tapa con numerosos ardides artificiales en forma de vestidos y objetos de adorno), ha hecho que se fije en un jovencito de 17 años de edad, llamado Juan Manuel Fernández Fernández, que vive en la calle de Lavapiés, del barrio del mismo nombre, y que está intentando en esforzarse por aprobar las oposiciones a Correos de España. Sara Montesa de Antognioni ha conocido al joven Juan Manuel Fernández Fernández, de tan sólo 17 años de edad y al que le encantan las mujeres gordas, en una Exposición de Pintura de obras del famoso Rubens, arte que entusiasma al citado joven, celebrada en el Museo de Arte Reina Sofía. El joven queda atrapado por las taimadas intenciones de la obesa Sara Montesa de Antognioni y ahora está a punto de dejar de estudiar. El padre de Juan Manuel Fernández Fernández, de nombre Rafael Fernández, de 45 años de edad, trabaja de peón de albañil en la empresa Urbis S.A. de Madrid, pero su salario es tan escaso que para poder llegar a final de mes, su esposa Joaquina Sabina Fernández, madre de Juan Manuel Fernández Fernández, colombiana de nacimiento pero española desde que se casó con Rafael Fernández, trabaja como vendedora de trapos en El Rastro de Madrid y como el sueldo de ambos no llega todavía para subsistir hasta fin de mes, debido a su extraodinaria belleza aunque tiene ya 38 años de edad, es aceptada como camarera en un pub de alterne del Barrio de La Ciudad de los Ángeles, en las afueras de Madridyde nombre “Las Tigresas”. El padre y la madre de Juan Mauel Fernández Fernández, descubren la trampa amorosa que le está tendiendo la millonaria Sara Montesa de Antognioni y se desesperan porque no saben cómo ayudar a su hijo a salir de tal problema y se dedique sólo a los estudios. Es entonces cuando ella, la madre de Juan Manuel Fernández Fernández, recuerda a un compañero de estudios de su hijo,también de 17 años de edad, que a pesar de ser muy introvertido y reservado, sabe manejarse perfectamente con todo tipo de mujeres como ha podido comprender en una tarde en que su hijo le invito a comer a casa. Desde entonces Joaquina Sabina Fernández le tiene mucho cariño a Pepe Julián, que es como se llama este joven, y sabe que siempre se sienta en los asientos de atrás de los autobuses para aprender a observar a los seres humanos y sus diversas reacciones. La madre Joaquina Sabina Fernández sabe que Pepe Julián es capaz de poder conseguir sacar a su hijo de las trampas tendidas por Sara Montesa de Montangnioni, le llama por teléfono tras haberlo visto apuntado en la agenda de su hijo y le invita a comer nuevamente a su casa. Allí, sin que nadie más lo sepa, Pepe Julián, con la ayuda de Joaquina Sabina Fernández, cominza a planear una hábil estratagema con la que está seguro de poder sacar del embrollo a Juan Mnauel Fernández Fernández. El asunto depende de si la estragema urdida por los dos tiene éxito o fracasa.

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