El Monasterio de El Escorial (curiosidades)

Cuenta con más de 4.000 estancias, 2.673 ventanas, 1.250 puertas, 15 claustros, 11 aljibes, 88 fuentes, 45.000 libros impresos, 5.000 códices, 1.600 cuadros, 540 frescos…

Junto al monte Abantos, venerado por los celtas, este Monasterio que está a sólo cincuenta kilómetros de Madrid contiene además el palacio de los Austrias, el palacio de los Borbones, la basílica, los panteones reales y un colegio. Suele ser muy frecuentado por los madrileños, se dice que es lugar de rodeado de leyendas y misterios, y el motivo de que Felipe II mandara construirlo fue, aparentemente, el triunfo en la batalla de San Quintín contra los franceses.

Corre, sin embargo, la leyenda de que en su emplazamiento había una antiquísima mina de cobre, que se creía era una boca del infierno. Para tapar las malas influencias que pudieran escapar por allí, el Rey, asesorado por astrólogos y otros eruditos decide construir una inmensa mole que tapone la salida del mal.

El Monasterio se dedica a San Lorenzo, que recibió martirio en Roma siendo asado al fuego en una parrilla, y por eso su trazado recuerda al de dicho utensilio. El arquitecto primitivo fue Juan Bautista de Toledo, y a su fallecimiento en 1567 fue Juan de Herrera el que se hizo cargo de la construcción, aunque el alarde que en pleno siglo XVI significó su construcción en menos de veintidós años requirió el concurso de la tecnología más avanzada de la época, de los mejores constructores e ingenieros de España y de media Europa. Con gente de tan diversas nacionalidades, hubo necesidad de homologar la vara castellana para elevarla a unidad de medida de cuatro continentes.

Felipe II tuvo varias obsesiones: las pinturas de El Bosco, las reliquias de santos, la alquimia y los perros negros. Esto último entra en el capítulo de las leyendas, porque al parecer el Rey estaba aterrorizado por un perro negro al que veía y oía a todas horas. Se ha especulado mucho sobre la afición del Rey por las pinturas de El Bosco, ya que sus gustos no se correspondían con el estilo del pintor. La acumulación de reliquias ha estado igualmente sujeto a investigación: se dice que la colección cuenta con más de 7.400 de lo más variadas, incluso con una copia a escala de la Sábana Santa de Turín, de 32 cm. fechada en 1590, una reproducción exacta que puede ser contemplada aún en sus aposentos del monasterio de El Escorial. En cuanto a la alquimia, parece ser una afición heredada de su padre, Carlos I.

Se dice que El Escorial es un lugar de regeneración y quizá por ello es tan visitado sobre todo en primavera.

2 comentarios sobre “El Monasterio de El Escorial (curiosidades)”

  1. He estado veinte veces visitando el monasterio y no conocía esos datos. Tampoco lo de la vara castellana, cuando todavía no existía el metro como patrón de medida europeo. Interesante.

    Saludos.

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