El Reflejo de los sueños en lunas rotas(Perdido en la eterna oportunidad) 13

Pare aquí mismo, exclamó.
El taxista le devolvió el cambio y se perdió en una densa niebla de pequeñas callejuelas de barrio.
Andy reflexionó, hizo cábalas, meditó, consideró, estudió, supuso, reprodujo, analizó, interpretó, confeccionó, construyó, examinó…
¡Eeeh!, hola Andy, ¿qué haces colega?, te veo muy pensativo…
Era Andreas, vecino y amigo de la infancia.
Pues ya ves tío… por aquí…
Ya me enteré de la movida, joder qué pasada ¿no?, qué chungo, ¿has leído los periódicos…?
No… bueno, algo me han contado…


Tranqui, yo te lo cuento. Pues mira, el tío en cuestión, sí, el muerto, resultó ser un cabrón. Había estado en el “meco” por varias violaciones a menores. Le denunció su propia mujer por vejaciones y malos tratos, se ve que no todo acababa ahí, también abusaba de sus dos hijas de diez y doce años. ¿Te das cuenta amigo?, unas niñas que quedarán marcadas, traumatizadas para el resto de sus días. Tendrían que habérselo cargado mucho antes, se lo merecía el hijoputa. Para mí, y te lo digo en serio, el asesino es un héroe… y ya me conoces, sabes que soy pacifista. Pero este no es un caso de violencia gratuita…
No, ya… pero, bueno si todo eso es verdad, tendrías razón. Y la persona que se haya tomado la justicia por su mano… merece un premio ¿no?…
Cierto, colega. Te noto afectado, es lógico… oye, ahora que pienso, esta noche hacemos una pequeña fiesta en un local que hemos alquilado para ensayar…
¿A sí?, ¿ya no estáis en el de la esquina?
Qué va, lo dejamos la semana pasada, no, la anterior, era demasiado cutre, este no deja de ser un antro, pero más ganso y mejor insonorizado. Hoy lo inauguramos y nos gustaría tener un poco de público. Ahora sonamos mucho mejor, ¡ostras!, ¿cuánto hace que no nos escuchas?, ¿medio año?, ¡más de seis meses!, estamos muy desconectados últimamente. Ahora esto va en serio, somos profesionales, quién lo iba a decir ¿eh? Además tienes que venir obligado, tocaremos una de tus letras, sí hombre aquella del “Loco del sueño”, va, te esperamos. Les darás una sorpresa a los chicos, se alegrarán de verte, con lo del tío que ha palmado, sales cada día en nuestras conversaciones. Bueno, te voy a dar las señas, es en la calle “de la sangre” esquina con la de “cuchillo afilado”, en el número veinticinco. ¿Tienes un papel?, ¿no?, espera yo tengo.
Escribió la dirección en un papel de fumar verde y se despidieron varias veces.
Venga, hasta luego. Procuraré ir a veros tocar, me hace ilusión y supongo que me irá bien ver a la gente, se guardó la dirección en el bolsillo.
Claro que te irá bien, joder, es lo que necesitas, cambiar de aires aunque sólo sea por unas horas, ¡ah! y vendrán unas tías muy legales que conocimos cuando tocamos en Cadaqués… a ver si te enrollas… que la soledad no es buena compañera…
Yo creo que si la buscas, la soledad es la inspiración de una poesía, la armonía del pensamiento, respirar con el alma un paisaje… pero, cuando no la anhelas, la soledad es desespero, es un puñetazo anímico, un sigilo sin sentido que acaba en el vacío, voces de silencio en el espacio de la sinrazón… la locura más oscura y sin salida, prisionero del ansia…
Vale, vale, para el carro, jo, no veas como te comes el “tarro” ¿no?, tienes que ser positivo, ver las cosas del lado bueno. creo que era Goya el que pintó un hombre dormitando sobre la mesa y bestias en el entorno, “El sueño de la razón produce monstruos”, así se titula el cuadro. Tú te pasas el día pensando, engendrando situaciones límite y eso no es nada saludable; recrea la mente con agua fresca, llénala de detalles representativos de valores esenciales en la vida, sentimientos que valgan la pena, sé óptimo, ya sé que no es fácil pero hay una palabra que es la cumbre del equilibrio, con la cual es más hermosa la existencia y te hace amar lo sencillo y comprender maneras de ser, esa simple palabra es “ilusión”, búscala compañero. Te conozco hace muchos años y te sigo apreciando cantidad y un consejo es que intentes ser más sociable y disfruta de tu instinto más salvaje, el primitivo desenfreno, la bacanal de la comedia y la risa es necesaria…
No veas si tienes labia, Andreas Papas Rodríguez, luego dices de mí. Vaya filosofada… te lo agradezco y tienes toda la razón del mundo. Por cierto ¿no pertenecerás a alguna secta?, sonrió amigablemente.
Rieron un rato y recordaron momentos de su pasado común. Volvían a la niñez, a la infancia, a la adolescencia por un breve pero intenso instante.
Oye y ese vendaje de la mano…
El Sargento Martini me quemó con el puro.
¿Qué? Un día se lo meteré por el culo. Seguro que iba bolinga, ¿verdad?, claro, qué tipejo más impresentable… bueno amigo, voy a ensayar los últimos acordes para la noche. A partir de las once estaremos en el local ¿vale? Venga, hasta luego… y recuerda, alegría y a luchar… tú y yo somos supervivientes, ¡hasta la noche!
Diez pasos, luego giráis y disparáis… ya sabéis quién gana… uno, dos, tres. Andreas había sido su mejor amigo en cierta etapa de la contradictoria pubertad. Habían recorrido juntos el serpenteante túnel del tiempo y con un hambre voraz destaparon “cajas chinas”, probaron sin digerir los frutos prohibidos de la civilización. Le llegaban a la mente las inacabables noches de tertulia y borrachera, los viajes “a dedo”, la aventura cosmológica y las calles mojadas de entonces. En muchas ocasiones se infiltraba, perdiéndose en aquellos días de psicodélia, espiando, escarbando secretos bajo el techo de nostalgia y añoranza, rememorando los sentidos iba hojeando con piel de gallina, cuadernos de fotografías muy mal hechas, mal enfocadas, algunas ni se distinguía de lo borrosas, pero daba igual, eso no importaba, eran fiel testimonio y prueba de una esencia que se mantendría siempre intacta, con un valor sentimental y una pureza endiabladamente espiritual y emotiva de unos niños que crecen atónitos y son sorprendidos por un mundo hipnótico, destruido por la sorna inhóspita, hostil, cruel y vil de unos en detrimento de los demás y viceversa.
Las víctimas son siempre los indefensos enanitos del bosque y la dulce Blancanieves.

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