El Universo, el silencio, nuestro espejo

El universo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos brinda.
El universo acepta nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida.
Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra vida interna.
Aprendiendo a ser como el universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios, siendo como un espejo, aprendemos a hablar de otra manera. Con la mente tranquila y en silencio.
Leí en un texto zen: “<< sé humilde pues cuanto más te muestras superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones.>>”
El arte de hablar sin hablar la verdadera naturaleza interna reemplazará la personalidad artificial, dejando aparecer la luz del corazón y el poder de la sabiduría del silencio.
Necesito al silencio que llene los surcos de mi alma……..

Un comentario sobre “El Universo, el silencio, nuestro espejo”

  1. Toda alma late en el espejo viviente de los universales silencios de nuestras composiciones naturales. Somos silencio hecho palabra a través de la humilde experiencia de sentirnos dentro del propio sentimiento. Alcanzar la interpretación del mundo sin tensiones es empatizar con el mundo. Los paradigmas esenciales son esos surcos anímicos en los que aprendemos a navegar. Un fuerte beso, Morgana.

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