Entró frágil, silenciosa, observando a la noche como el que mira al espacio de infinitas estrellas. Sus ojos brillaban bajo el encendido de las velas y su piel suave invitaba a besarla, amarla, desearla pero ella…no era mía, sino de un alma que voló en busca de la libertad.
La regalé la mejor de mis poesías, susurré en su oído el mejor de mis sueños en donde ella era la reina de un precioso lago de cisnes, un manantial emanando vida pero ella…no era mi sino del aire.
Pronuncie su nombre en silencio aunque mi corazón desolado no dejaba de gritar, no dejaba de pedir clemencia pero ella…no estaba, ella murió cuando calló la noche. Sus pétalos cayeron en mi pecho, cayeron entre mis manos y el aroma impregnó mi ser, impregnó este amor que sabe que no…que ella no es mía.
¿Qué otro amor recuerdan tus lágrimas? ¿Donde duermen tus deseos? ¿Dónde yacen hoy las sombras de esa eterna niña mal amada?
Despierta amor, despierta y sal de ese cuarto oscuro que te está matando , despierta pues yo te espero, te añoro, despierta que este corazón loco es la vida que florecerá en tu sangre, que este que hoy no ves es el caballero que te irá a rescatar de un mundo injusto que no supo ver más allá de lo que eres, de ese hermoso ser que el mundo quiso que existiera.
Buen relato NASIA. Tiene profundidad psicológica. Importante.
Y si el mundo quiso que existiera ese hermoso ser, entonces debe salir, y mostrarse y ser rescatada. Me gustó la intensidad del sentimiento del relato. Un amor paciente, que puede hacer florecer cosas mas grandes.