Entre los espejos de Borges

¡Minotauro!Centro esencial del miedo.
Laberinto de la luz, donde la ceguera es el espejismo de lo imaginado.
Borges calla a un lado.
se lamenta de que sus palabras fueran derribadas
entre rocas antiguas y clásicos polvorientos.
¡No, evitad los espejos!
que no los vea…porque truncaría su invento más glacial:
el estilete de adjetivos,
el vértice de su creatividad mágica,
la razón jamás censurada de su orgullo.
Y en medio de la calle vomita Teseo.
Joven entre los demás,
ignorante de su empresa,
mensajero de una empresa única y despiadada:
matar al miedo.

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