¿Es cultura la contracultura?.

Sobre el tema de lo que es definir la famosa contracultura hay demasiados equívocos; así que antes de dar mi conclusión voy a consultar su definición a través de la Real Academia de la Lengua Española y su breve historia a través de una fuente que, esta vez, es Wikipedia del Internet.

La Real Academia de la Lengua Española da las siguientes dos definiciones: “Movimiento social surgido en los Estados Unidos de América en la década de 1960, especialmente entre los jóvenes, que rechaza los valores sociales y modos de vida establecidos” y “Conjunto de valores que caracterizan a este movimiento y, por extensión, a otras actitudes de oposición al sistema de vida vigente”.

En cuanto a Wikipedia del Internet, sobre los orígenes, desarrollo y decadencia de la contracultura, explica lo siguiente: “Se denomina contracultura a los valores, tendencias y formas sociales que chocan con los establecidos dentro de una sociedad. El término fue acuñado por el historiador norteamericano Theodore Roszak en su libro de 1968 El nacimiento de una contracultura. Aunque hay tendencias contraculturales en todas las sociedades, el término contracultura se usa especialmente para referirse a un movimiento organizado y visible cuya acción afecta a muchas personas y persiste durante un período considerable. Así pues, una contracultura es la realización, más o menos plena, de las aspiraciones y sueños de un grupo social marginal. Podemos considerar ejemplos como el romanticismo del siglo XIX, la bohemia que se inicia en el siglo XIX y dura hasta hoy, la Generación Beat norteamericana de los años cincuenta, los movimientos contraculturales de los sesenta, influidos por la Generación Beat, el movimiento hippie nacido en los años 60 en Estados Unidos de América y el movimiento punk de finales de los setenta hasta hoy. La palabra puede entenderse en dos sentidos: por una parte, constituye una ofensiva contra la cultura predominante; por otra parte, es una “cultura a la contra” que permanece (al menos en un primer momento) al margen del mercado y los medios de formación de masas, en el underground. Roszak acuñó el término en 1968 para referirse a la actividad rebelde de la juventud de los años 60 y sus mentores ideológicos. Los grandes iniciadores de la revolución contracultural fueron los beatniks: Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William S. Burroughs, forjadores de la identidad inconformista y, a la postre, cimientos del movimiento hippie. En la segunda mitad de los sesenta Timothy Leary, Ken Kesey, Alan Watts y Norman O. Brown, entre otros, desarrollaron la teoría y praxis contracultural, convirtiéndose en cabezas visibles del movimiento. Una manifestación contracultural es el cómic underground, surgido en Estados Unidos, y cuya influencia se hizo sentir en otros países, como España. Tampoco la música pop de la época se entiende sin este contexto intelectual y social: la cantante de blues Janis Joplin fue el símbolo femenino de la contracultura de los sesenta, y otros artistas muertos en plena juventud, como Jimi Hendrix y Jim Morrison, fueron considerados también como mártires e iconos del movimiento. En ocasiones se ha señalado a las contraculturas como modas relativamente inofensivas y pasajeras. En estos casos se las considera “subculturas” o subproductos de la cultura dominante, que no se contraponen realmente a la misma. Se ha señalado también que el término “contracultura” puede resultar engañoso desde un punto de vista epistémico, pues da a entender que un grupo social determinado, caracterizado por prácticas “contraconvencionales” a la cultura dominante, logra erigir una cultura completamente independiente. Sin embargo, las manifestaciones culturales de los grupos marginales, en la medida en que reaccionan contra la cultura dominante, dependen para su definición de dicha cultura. Véase también (para quienes desen investigar más porque yo ya no necesito más investigaciones): Rebelarse vende, Contrainformación, Beatniks, Punks vs Hippies, Recuperación (concepto, Detournement, Revolución cultural, Cultura underground, Subcultura, Tribu urbana y Utopía”,

Dicha Utopía de la contracultura no es cristiana por supuesto sino anticristiana y lo digo bien claro otra vez: utopía no cristiana sino anticristiana.

Ya debidamente conocido este complejo panorama de las contraculturas de los años 60 que trajeron el desmoronamiento cultural consecuente a sus dogmas anárquicos; es muy fácil deducir que la contracultura al ser “contra la cultura” no es cultura por mucho que nos la hayan querido presentar como cultura a la contra. No existe ninguna cultura a la contra porque es absurdo luchar contra la cultura si se llamaban contracultura. En otras palabras más sencillas. Algo que va en contra de algo no puede ser ese mismo algo sino lo opuesto. Me parece que me he explicado bastante bien; pero lo voy a clarificar mejor. Si un creyente cree en Jesucristo no puede ser anti Jesucristo a la vez. Quiero aquí avisar que los movimientos llamados “contracultura” además de no ser cultura (pues no se puede ser aquello que se niega ser) son anticristianos. Es necesario hacer público, una vez más, que el Cristianimo no es una religión sino una forma de vivir con ética, moral y valores (por eso los de la “contracultura” son anticristianos además de no ser cultura).

Termino señalando lo siguiente: Si a un niño o niña capaz ya de razonar le preguntas ¿la contracultura es cultura?, lo primero que hace es reírse de tu ignorancia para después decirte con total naturalidad: “no puede ser cultura lo que se llama contracultura”. Dejo aquí el razonamiento lógico infantil que es, muchas veces, escuela para muchos adultos completamente desvariados. E insisto que hubo dos “movidas” madrileñas: la de la contracultura (que no tuvo nada de cultura sino la de destruir valores sociales) y la cultural (la de quienes estábamos a favor de la cultura y la recuperación de los valores sociales y entre éstos estábamos los cristianos).

Un comentario sobre “¿Es cultura la contracultura?.”

  1. Diesel hay algo en tu texto que me falla el sentido. Creo que lo primero de todo, y ya que dices que “contracultura” nunca es “cultura”, sería definir el referente anterior, o sea, ¿qué es cultura? En la RAE aparecen varias acepciones, entre ellas, éstas dos:
    2. f. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.

    3. f. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.

    Entonces, por un lado está la definición primera de “cultura”,como, por ejemplo “Alberto tiene una gran cultura”, o sea, que Alberto tiene “un conjunto de conocimientos que le permite desarrollar su juicio crítico “, o en palabras sencillas, que sabe mucho de todo y es inteligente.

    Pero eso es una cosa y otra decir, por ejemplo, “Cuba tiene una gran cultura músical”, que no quiere decir para nada lo anterior, sino que Cuba tiene interesantes modos de vida y costumbres, y blablabla…

    Creo que habría que aclarar a que “cultura” te refieres. Porque, realmente una “contracultura” puede no tener porqué arremeter contra la cultura cristiana, sino contra la cultura artística, por ejemplo. Y no creo que en ese tipo de cultura haya que mezclar las creencias cristianas. Eso es otro campo totalmente diferente. Bueno, un saludillo!

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