Espectador anónimo

Terminando de convencerse que saltar al vacío desde el balcón donde estaba era la única salida a sus problemas, el suicida se distrajo mirando una pareja que llegaba al mismo edificio. Se fijó como ella le pedía a él que la esperara, mientras entraba y éste, nervioso, caminaba en círculos fumando. Levantándose y haciendo puntería hacia la acera, vio salir a la mujer con un papel que le entregó a su acompañante. Éste lo arrojó y, saltando, la abrazó dando vueltas para luego besarla y arrodillado acariciarle el vientre. El espectador anónimo sonrió… suspiró…y decidió bajar por las escaleras.

4 comentarios sobre “Espectador anónimo”

  1. La vida vista desde un punto positivo. El suicida piensa antes de actuar… y decide que hay que seguir el camino. La vida se impone en esta ocasión. Él sabe que tiene de nuevo una nueva oportunidad. Relato sencillo pero de gran contenido referencial. Entre la vida y la muerte siempre hay una gran esperanza para elegir a la primera.

  2. Aquí triunfa el juicio claro y sereno. Es un final feliz para un drama común. Me gusta el ritmo que impones al cuento y, sobre todo, ese mensaje de “luz” final con el que un sencillo acto como un embarazo hace cambiar de postura a un trágico acto como un suicidio.

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