Esta geometría varable

Es un placer seguir viviendo en lo profundo de la luz. Una clase de vivencia alumbrada por esa cruz de la moneda que nos ha salido del bolsillo como por arte de bohemia suscitada al calor de los sentires. Por la ciudad de Móstoles deambulan los primeros paseantes que van camino de sus tareas para aumentar su “curriculum vitae” (que todo vale para ello). El santo del día (José) está en ese pequeño rincón donde tomamos los carajillos con un poco de esperanza. La ventana de la comunicación abre las conciencias tras este experimentar vivencias hasta los límites de lo imposible mientras que los que se duermen pierden la ocasión de observar el alba. Quienes duermen más de la cuenta no pueden contemplar la verrdadera bohemia de los currantes: esta clase de vida en que mi srecursos son un par de euros en el bolsill. Suficiente para el carajillo y algún que otro pincha marinero imaginado.

Diálogo para poetas bajon la luz del alba. Salvamos esa esperanza del alma. Saber gastar el mundo al saber amar la vida. Como escribe Raúl del Pozo: “El ruido de la calle es una geometría variable”. ¿En qué encrucijada se encuentran Alber Camus y Miguel Hernández?. Explicación métrica de sílabas vivas. No se entrecruzaron nunca.

Ahora mismo un tabernero francés está llorando por alguna ausencia en este alfabeto terrorista del amanecer. Quizás haya aprendido ya que Europa no termina en los Pirineos. _Ahora les toca a ellos llorar. Es el caso de la Razón de la que tanto alardeaban los franceses al inventar la Declaración de los Derechos Humanos y ahora empiezan a comprender lo que es la vida una vez que han empezado a conocer lo que es la muerte. Yo escribo, mientras tanto, cualquier cosa mientras encuentro un billete de autobús sencillo de un sólo viaje. Número 96. Número mágico para hoy. Estoy seguro de que en la página 96 del Vorem hay algo de Poesía. Voy demostrarlo mientras los ideólogos de la política siguen, en el televisor, perdiendo el tiempo con si interminable parloteo. Ahí va la demostración:

Galáctica conciencia de ser minúsculo
habitante viviente que en la fuente
del sol abreva sudores en la frente
y de tener en su alma un blanco opúsculo.

Mueve el cuerpo, músculo a músculo,
su materia de animal raudo y moviente
y el corazón palpita en el ya silente
espacio del universo grandemente esdrújulo.

Entonces razona la mente superpuesta
y cuando el sol en la tarde se acuesta
nace la noche con su andar crepúsculo.

Y sobre la hierba del jardín recuesta
el ansia de sus sueños el poeta
que siente rodearse del amor mayúsculo.

Es la geometría variable del ruido de la calle. Una manera de gobernar la vida como hechando monedas al aire. A algunos les sale cara. A otros les dsale cruz. Y yo, mientras tanto, sigo convencido de que Pascal es sólo un espíritu yaciente en esta geometría filosófica que tanto ha hecho terminar a Europa en los Pirineos. Geomertría variable. Ayer éramos como éramos. Hot somos como somos. Yo sigo defendiendo la idea de que el Destino no puede ser el espiritu de los “dioses” sino la Verdad de Dios.

Cierro mi Diario con la última frase de Raúl del Pozo: “No entre aquí quien no sepa de geometría variabvle”. Yo me conformo con 187.149 ideas libres y sólo tres euros con veinte céntimos. !Parfa qué pedir más a la vida!. Los olmos es imposible que den peras!. No les pidáis peras a los olmos a no ser que creáis firmemente en los milagros!. Y si no se cree en los milagros es seguir pidiendo peras sólo a los perales. Recurdo al cantautor Perales con aquello dde “El amor es una cosa donde no hay lugar para otra cosa que no sea amar”. El amor sólo es cuestión de dos: un hombre y una mujer. Lleva razón Perales.

En cuantio a “me conformo con 187.149 ideas libres y sólo tres euros con veinte céntimos” lo podría haber escrito Federico García Lorca, por ejemplo, pero en realidad lo acabo de escribir yo y de repente. O sea. Como los buenos futbolistas que saben lo que es empalmar a bote pronto.

En fin, que la libertad consiste en reírse de los que atesoran tesoros vanos y tan pobres como un cigarrillo barato… mientras otros te regalan, con una sonrisa, un cigarrillo caro y no te le hechan en cara. Paradojas de esta geometría variable que divide a la sociedad entre personajes “churriguerescos” que no comprenden lo que es la Razón luminosa de la belleza del Arte de saber regalar (que es este lado de la vida) y personajes verdaderos que sí saben lo que es. Y es que se vive como es nuestro espiritu. A algunos, como este viejo que niega un cigarrillo barato a cualquiera que se lo pide, su existencia se llena de tacañería.

Ante esto sólo podemos pensar en deporte y en amor: porque el resto es política vacua que sólo continene palabras vacías.

Un comentario sobre “Esta geometría varable”

  1. Demasiaciado vacio se escucha en los medios de comunicación, sobre todo los políticos y algunos periodistas pelotas, por suerte para nosotros tenemos en vorem relatos y reflexiones llenas de contenido como tus palabras que siempre se sienten tanto, un besazo amistoso

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