Una silente paz envuelve el lugar tejiendo un suave y oscuro manto mientras la Luna en lo alto vigila.
La noche llega poco a poco a su fin, los luceros se esconden dejando paso a una bruma silenciosa, acompañando a la alborada que, presurosa viene anunciando que un nuevo día comienza.
En la delgada línea del horizonte hacen su aparición unos tímidos rayos de Sol, que poco a poco van pintando de color ocre la mañana y esparciendo su calor.
Sin apenas darnos cuenta se sitúa en lo alto del cielo. El día resplandece y una suave melodía formada por el canto de las aves y los sonidos de la tierra, nos invita a caminar por el sendero adornado de tímidas flores que sonrojadas florecen, llenando de Naturaleza viva y llena de aromas, fragancias y colores el campo donde hoy a venido a visitarnos la Primavera.
Feliz estación florecida.
Menos mal que ya tienes algo de tiempo para observar la Naturaleza y sacar tus dotes poéticas. Te has dado un madrugón para ver amanecer, no sé si por gusto o por necesidad.
Me encantan tus textos que, por los vívidos, nos introducen en la escena.
Muchos besos, Wersemei.
La primavera es la verdadera primera estación, la época en la que nace todo de nuevo. Feliz estación a ti también mujer!