Guardemos esto, quitémosle las etiquetas, metámoslo en un cajón, almacénalo al fondo del corazón, tomemos esto, atémosle por todos lados, y déjame arrullarlo entre mis brazos, y cuando se duerma, saldremos de puntillas, y tu no gires la cabeza atrás, y yo no volveré sobre mis pasos… y tal vez después, cuando no exista esta distancia, en una realidad donde no nos hiera la ausencia, pudiera ser que podamos hacer esto crecer, y descubrir que en verdad no nos conocemos y que todo esto comience de nuevo.
Deshagamos esto, triste intento accidentado en el fondo del dolor de quien no sabe vivir sin verse ni tocarse, ilusiones absurdas de almas que solo pueden presentirse, esto que es un cuchillo atravesado en el pecho de quien solo vive de sueños y que concede a la imaginación mas razones de las convenientes, dejemos de disfrazar esta impotencia con la ansiedad de sentirnos, con la sed insaciable de probar a querernos.
Olvidemos esto, que ya duelen las manos de darle electrochoques, que las lágrimas son sangre cuando los estertores son de muerte, que mientras esto pasa nuestras vidas siguen, y no detendrás tus emociones por mi, y no me quedaré estática por ti, y comprobamos amargamente que esto hiere, que lastima tanto esto que sentimos.
Sé que podemos enfrentar esto.
Se dice que lo más difícil de cambiar es la actitud, pero con voluntad decidida por ambas partes las cosas pueden dar un giro radical.
Buena suerte y un saludo.
En tu texto brillante y lleno de gran dominio de la palabra se meditan las consecuencias de un sentir hondo. Deshacer carátulas y etiquetas para desarrollar una nueva imagen. Muy imaginativo y lírico a la vez que adornado por una prosa rica en contenido anímico. !Siempre me gusta cómo escribes, dinora!.
“almacénalo al fondo del corazón”
Ni que fuera colesterol.
“que todo esto comience de nuevo”
Eso es masoquismo del bueno.
“y que concede a la imaginación mas razones de las convenientes”
Las drogas destruyen. Y tú, mereces vivir.
“con la sed insaciable de probar a querernos”
Anímate… total… que tanto es tantitiiiiiito…
“ya duelen las manos de darle electrochoques”
Síganse colgando del poste (sin albur)
“Sé que podemos enfrentar esto.”
¡Eso es optimismo del bueno!