Cuando era pequeña pensaba que.. bueno, la cosa es así: dentro de cada cajero automático hay un enanito que cuenta dinero, recibe depósitos y escribe comprobantes. Cuando algún enano de queda sin dinero, corre por las alcantarillas al cajero más cercano, y le pide dinero a su colega. Todos sabemos que los enanos son de mal genio, así que a veces se pelean y no se prestan el dinero. Es entonces cuando quedan fuera de servicio. Y para pasar las rabias, el enano en cuestión prende un cigarrillo, busca un teléfono público y conversa con el gnomo que le da su vuelto.
3 comentarios sobre “Los enanos”
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Podría ser una explicación, que quizá tú has intuído cuando eras pequeña.
Tengo cerca un cajero cuyo enanito parece enfadarse con mucha frecuencia. Deberían llamarlo al orden.
un saludo.
¡¡¡Ja ja ja !!!
Los enanos deben estar muy cabreados últimamente, viendo que los bancos recortan el dinero que dan a la gente.
Jajajaja… !Encantador, yopis, verdaderamente encantador al mismo tiempo que no está exento de ironía crítica!.