Estás ahí para el silencio…

Y en la soledad sintió deseos de que la noche llegara a ser tan cierta y verdadera como ese pedazo de intensidad que se le pegaba al cuerpo con el peso adormecedor de todos los sentidos. Y en la soledad persiguió silencios para adentrarse en la búsqueda de la incógnita de su propio misterio. Y en la soledad penetró profundamente en un llanto hasta que la luna acarició su rostro y le dio un beso plateado que le hizo rememorar nuevamente aquella pegatina que le había regalado un desconocido en señal de amistad…

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Estás ahí para el silencio

Y en la soledad sintió deseos de que la noche llegara a ser tan cierta y tan perfecta como ese pedazo de intensidad que se le pegaba al cuerpo con el peso adormecedor de todos los sentidos. Y en la soledad persiguió silencios para adentrarse en los huertos de las búsquedas incógnitas de su propio misterio. Y en la soledad penetró profundamente en un llanto hasta que la luna acarició su rostro y le dio un beso plateado que le hizo rememorar nuevamente aquella pegatina que algún desconocido le había regalado como seña de identidad.

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