Son las 4,30 de la tarde y acabo de llegar de la Universidad. Voy rápida al computador y lo abro. Entro ávida en el Vorem. Como todos los días. Para pasar un momento feliz de comunicación en libre voluntad. Lo primero que siempre leo es el pensamiento que aparece en el cuadro superior de la derecha de la pantalla. Ahora mismo leo uno que corresponde a un proverbio chino y dice así: “Si te sientas en el camino, ponte de frente a lo que aún has de andar y de espaldas a lo ya andado”. Excelente. Me da ideas para comenzar. Son las 4,31 de la tarde y antes de expresar mis emociones realizo una tarea de investigación…
Resulta que el Vorem se inició, según parece, un 25 de enero del año 2004. Deduzco que ya ha cumplido 3 años de vigencia emotiva y sensorial. Y está más joven. Por aquí ya han pasado casi un millón doscientas cincuenta mil visitas para escribir, comentar o simplemente leer. Un total de 391 usuarios tienen su marca personal sellada como voremios y voremias de esta pequeña pero grande patria literaria.
Yo, casualmente, llegué al Vorem el 25 de junio de 2005 y hago el número 96 de estos 391 usuarios. Desde entonces estoy profundamente enchufada a esta página de magia encantadora por lo que tiene de versátil, libérrima y verdad (aquí se escribe con talento pero sobre todo con alma, mucha alma, y eso es un tesoro irrenunciable). De los 4.254 textos que se han escrito hasta ahora yo sólo he participado con 41 (actualmente ocupo el puesto número en el 18 del Top List de participaciones ) de los cuales 20 han sido reflexiones, 9 poemas, 9 textos de invitación a la literatura, 1 texto de diario, 1 cuento y 1 texto de divulgación. Me falta, por tanto, sólo estrenarme en la Sección Relatos (espero pronto aportar uno mío al conjunto global de los relatos del Vorem). Pero he de decir que devoro literalmente todo lo que mis amigos y amigas del Vorem escriben. Todo. Y a veces realizo comentarios sobre algunos de ellos porque me estimula hacerlo, porque sé que estimula a los que escriben y porque me siento feliz y dichosa de tener la libertad de expresión suficiente para comentar todo aquello que me emociona. Por cierto, también veo que ya hay un total de 2.299 comentarios extendidos por todo el paisaje del Vorem.
Son números. Pero no simples números fríos sino bien calientes, bien álgidos, bien vorémicos en definitiva (y esa palabra de vorémicos lo define todo). Son números que cito no para sentarme en el camino mirando hacia ellos sino que, como me ha hecho aprender el proverbio chino, son números que están ahí, en el pasado de la ya ilustre Historia del Vorem para alimentarnos y alientarnos a seguir hacia adelante. Estoy ahora sentada… pero mirando al frente… hacia la tan inmensa extensión que el Vorem significa para las almas sensibles. Porque Vorem es, sobre todo, Cultura Humana.
En este sentido aprendí este concepto de un texto que escribió Diesel el ya lejano día 27 de abril de 2005 (que era precisamente miércoles… y no precisamente de ceniza sino de gloria por lo impresionantemente bien escrito que estaba). Todavía yo no estaba incluida como usuaria activa del Vorem pero ya era una ávida lectora de sus textos. Y fue precisamente este texto titulado “Las culturas del Vorem” el que, junto a otros muchos más de muchos autores y autoras vorémicas, el que me hizo animarme profundamente a ser yo también colaboradora activa y participar con mis escritos en esta patria sin fronteras… Pues bien, de dicho texto (que está lleno de gran inteligencia y sensata reflexión hay frases y conceptos verdaderamente importantes y amplios de pensamiento liberal) entresaco solamente el siguiente párrafo para explicar por qué me impresionó: “La cultura voremista es un sello de nuestro corazón y, como tal, se convierte en calor tenso, caliente y acogedor, que cada uno de nosotros y nosotras alimentamos como visión cosmopolita de nuestro yo interior”. Es sólo un ejemplo de los muchos párrafos impresionantes –por su calidad y calidez humana- que contiene este texto. Han sido muchos, muchísimos más, los textos que me han entusiasmado escritos por la amplia variedad de sentires y expresiones que existen entre los muchos escritores y escritoras de este polifónico Vorem (Si. Os llamo escritores y escritoras porque lo sois de verdad). Si pongo a “Las culturas del Vorem” como ejemplo es sólo por significar uno que para mí es baluarte y síntesis precisa de lo que significa este espacio de creación libre y espontánea. Cultura. Eso es. Cultura humana y humanizadora.
Veo con gran felicidad y entusiasmo (gracias os doy por anticipado a quienes dirigís la página) que en la Revista número 16 del Vorem –la de este enero de 2007- se ha incluido mi pequeño cuento (en realidad es una fábula) titulado “Los dos aviadores”. Permitidme el detalle de referirme a un aspecto relacionado con él. Yo, a diferencia de los dos aviadores de la fábula, no busco el infinito dando vueltas a la Tierra en sentido eternamente horizontal ni busco la presencia de Dios subiendo y subiendo sin parar por el universo en sentido vertical. Busco mi esencia verdadera, la de mujer hecha carne, hueso y corazón (otra cosa que aprendí de Diesel) en mi misma magnitud. Y por eso soy voremia hasta la muerte. Porque puedo decir que dentro de la Cultura del Vorem (de calor tenso, caliente y acogedor) me siento plenamente satisfecha para expresar libremente mi comunicación humana hacia otros seres de mi misma especie. Y sí. Felizmente me encuentro en el Vorem sintiendo…
Besos y abrazos para todos vosotros y vosotras amig@s y compañer@s de este sensacional viaje… cuando son las 4,35 horas de la tarde (se me ha pasado una hora entera sin apenas darme cuenta lo cual demuestra otro aspecto interesante de lo entretenido que es Vorem) y observo ahora mismo que son ya 1.870 visitantes hasta ahora en el día de hoy (ayer llegamos a tener 5.374 visitas, que hay enganchados 7 invitados en este mismo instante en que trascribo mi texto a la lista de espera (hay otros 2 nuevos textos esperando ya para ser publicados y por lo tanto el mío hace el número 3 en estos momentos) y añado, para terminar, que con ésta son ya 42 mis aportaciones escritas al Vorem (sigo con ello ocupando el puesto 18 del Top List de participaciones) y hace la número 21 de mis Reflexiones. Sí. Sé que son sólo número pero, repito, son números calientes, álgidos y vorémicos en su totalidad.
El pensamiento que encuentro al ubicar este texto en la Lista de Espera para ser dado a conocer por los dirigentes del Vorem pertenece a Francois Maurois y sorprendentmeente dice: “Escribir es recordar, pero leer también es recordar”. No es casualidad que haya coincidido con lo que he expresado en mi presente reflexión. No creo para nada en las casualidades. Creo en la Magia del Vorem.
Gracias Carolina. Un extenso relato de una ralidad viva y culta e incluso intrépida. Vorem se sostiene en su propio sentido de servicio. Cada texto es una entrega a la libertad y un retazo de vivencia. Hoy, leo con muchísimo gusto tu texto. Creo que sin duda es una síntesis bellísima y completa de este “Valor de la Cultura”.Mi aplauso y mi comentario más sentido. Gracias.
!Qué bien lo has expresado, Carolina!. El Vorem son calientes estancias. Sus números tienen la calorimetría de las dimensiones humanas y tú has humanizado profundamente la presencia, esencia y exitencia de todos los componentes voremios y voremias de esta patria original entre los que te encuentras, por supuesto, como identidad propia y profunda. Muchos besos, Carolina…