Neblina en el aeropuerto Kennedy cuando llegamos a Nueva York. Nueva York no era ningún lugar de encuentro de trabajo para nuestra ONG. Estamos de escala aquí sólo por la insistencia telefónica de nuestro íntimo amigo ecuatoriano José. José pertenece al cuerpo diplomático de la República de Ecuador. Es canciller. Está trabajano en la ONU. A José le conocemos de hace muchos años, de cuando estaba trabajando en la Embajada de Ecuador en Madrid. Todo el año que estuvieron José y su esposa en España vivieron en nuestra casa madrileña del barrio de El Batán. José es un tipo estupendo, generoso y agradecido. Siempre recuerda el gran favor que le hicimos cuando vivió un año entero en nuestra casa sin pedirle nosotros nada a cambio ni cobrarle ni un céntimo por eso. Somos amigos de verdad. Eran los tiempos en que nació mi primera hija (Leslie) y tuvo la gentileza de ser el padrino de ella.
El caso es que José nunca olvida aquel feliz año en que vivió en mi casa madrileña y ahora, al enterarse que veníamos a Estados Unidos, ha insistido tenazmente en que hagamos una escala de unas horitas para vernos y charlar de muchas cosas como verdaderos amigos.
José tiene entrada libre (sólo o acompañado por sus invitados) al edificio de la ONU, puesto que trabaja allí. Y ha tenido el detalle de invitarnos a los 4 miembros del grupo a desayunar en el amplio restaurante de la ONU. Ha sido un excelente desayuno en donde no ha faltado de nada y hemos tenido el placer de hacerlo en medio de ungran número de personas de todos los continentes. Mientras charlamos amistosamente de anécdotas vividas escuchamos una gran variedad de idiomas diferentes. Entonces es cuando hemos pasado a hablar de los temas trascendentales que están sucediendo en el mundo en la actualidad.
Le he comentado a José lo que predijeron los Mayas en su libro Chalam Balam. Estoy seguro de que fueron sabios cuando señalaron que el final de la civilización será el día exacto de 22 de diciembre de 2012. Yo no estoy tan seguro de que esa será la fecha. Probablemente ocurrirá muchos años después. Pero estoy convencido de que los mayas llevaban razón en que esta civilización acabará un día en que ocurrirán tan terribles y espantosos sucesos que la Humanidad entera se levantará y se destruirá la actual “civilización del odio y el materialismo”. Y comenzará una nueva era totalmente distinta que englobará a toda la Tierra.
Bueno. el caso es que terminamos de desayunar con José y tenemos obligatoriamente que volar hacia Miami. Miami es el final de nuestro viaje por las Américas. Nos despedimos de José con un fortísimo abrazo y sabiendo que será pronto Ministro de Asuntos Exteriores de Ecuador. No lo decimos nosotros. Lo dice todo el pueblo ecuatoriano y así está impreso en los periódicos de Quito. José será el próximo ministro de Ecuador para asuntos de política exterior.
Partimos ya hacia Miami. ¿?Por qué precisamente tiene que ser Miami nuestro punto final y no cualquier otra ciudad del continente americano?. Por dos razones muy poderosas y comprensibles. La primera es laboral. Resulta que aquí vive Franklin que es abogado muy conocido en esta ciudad entre todos los emigrantes latinos que viven en ella. Y Franklin es un formidable abogado que los asesora legal y jurídicamente. Y unos de los diversos temas preferenciales en que trabaja nuestra ONG es precisamente la de los emigrantes. Pero también es verdad que tenemos algunos abogados, en otros países, que nos asesoran en estos temas. ¿Por qué entonces hemos elegido a Franklin y Miami como punto final?. Porque resulta que Franklin es hermano de mi esposa Liliana y por lo tanto es mi cuñado. Todos los puntos nuevos que hemos recogido en este viaje se los hemos presentado a Franklin para que nos asesore legal y jurídicamente. Así hemos pasado largas horas.
Al final de la jornada de trabajo ha sucedido algo realmente anecdótico. Un cubano residente en Miami se ha presentado ante Franklin y le ha retado a jugar un partido de fútbol sala. Reto aceptado. Se han formado rápidamente dos equipos de fútbol sala. Nuestros rivales se han llamado Selección Cubana en Exilio y nosotros nos hemos nombrado Combinado Hispanolatino e USA.
El partido de fútbol sala ha sido toda una gozada. Los hemos barrido y les hemos ganado por 6-1. He tenido la alegría de haber sido el autor de uno de los goles de nuestro equipo. Los cubanos exilados han tenido que pagar las cervezas. Y al final del partido he escrito una crónica deportiva totalmente chistosa y llena de humor desde el principio hasta el final. Se la he dejado leer a Franklin y le he preguntado su opinión sobre la misma. Le gustó muchísimo y la ha denominada “Crónica Jolgórica”. Jejejeje. La palabra “jolgórico” no viene en el diccionario. Es una invención que utiliza mucho Franklin en su lenguaje coloquial. No sólo le gustó la crónica sino que se la ha guardado para él como recuerdo del grato momento que hemos gozado jugando fútbol sala.
Bueno. Fin de Viaje. End of Trip. Une fin de Voyage.
Contactando con el otro grupo ya sabemos que han terminado también y se encuentran en Toronto. Hasta el día 12 tenemos todavía días libres. El grupo de Toronto así como Krister y Lisbeth salen ya mismo para España. Liliana y yo llevamos tres años seguidos sin tomar ni un sólo día de vacaciones. Todos han comprendido que necesitamos un merecido descanso y desenchufarnos por unos pocos días de arduo trabajo.
Franklin insiste en que estemos hasta el 12 de abril con él en Miami… pero también ha entendido que nosotros queremos pasar esos días en Quito con el resto de la familia y en nuestro propio hogar. Despedida amistosa y amorosa y marchamos ya hacia Quito donde vamos a gozar de vacaciones hasta el próximo dia 12 de abril.
Fin. The End. Une Fin.