Para quienes les guste las novelas policíacas urbanas, la llamada novela negra o de investigadores y crímenes, les recomiendo Crossfire de la escritora japonesa Miyabe Miyuki, una de las más interesantes personalidades de la actual literatura del Japón. Esta escritora tiene unas 40 obras escritas y Crossfire es quizás de las 5 o 6 mejores que ha escrito. En esta novela Miyabe Miyuki presenta una obra tensa y dura entretejiendo lo supernatural con la habitual trama de asesinato e indagaciones.

Hoy en día esta escritora es una de las más populares del Japón, porque presenta los complejos mundos interiores de una metrópoli sombría e implacable: el Tokio antes y después de lo “ciberpunk”.

Crossfire usa la estructura y el vocabulario propios de las novelas policíacas y enmarca toda la historia en un lugar donde los valores son inciertos y donde toda clase de racionalidad resulta, a la larga, prácticamente inútil. Aquí, en el escenario de Crossfire, millones de personas viven unas al lado de las otras pero se ignoran por completo porque todas ellas viven ciegas con respecto a las demás.

Crossfire es la conmovedora historia de Junko Auki, una vigilante semivoluntaria que tiene los extraños poderes de crear y controlar el fuego. Su contrapunto es Chikako Ishizo, la investigadora que tiene que resolver el caso. Mientras estas dos mujeres y sus cómplices masculinos cruzan por el desierto urbano del Tokio contemporáneo, Miyabe nos presenta un amplio estudio sobre el bien y el mal, sobre la justicia y la injusticia, sobre el castigo y la venganza. Y de esta manera la autora nos expone el vacío y el aislamiento en el corazón de la enorme ciudad de Tokio, mientras nos va haciendo un repaso general de la cultura japonesa en una doble dirección: hacia atrás traza la curva de los lúgubres días posteriores a la Segunda Guerra Mundial; hacia delante nos presenta la criminalidad siniestra y despreocupada de un lugar donde las viejas costumbres llevan ya tiempo en declive.

Junko, la joven que tiene extraños poderes, tiene una irrefrenable tendencia a encender fuegos a través del desbordamiento de sus emociones. Se hace amiga de Tada Kazuki, cuya hermana Yukie es asesinada. El principal sospechoso es Masaka Kogure, pero nadie puede hacer nada contra él porque es hijo de un hombre muy poderoso. Entonces entra en escena el grupo llamado “Los Guardianes” que es un cierto número de personajes con poderes sobrenaturales y que están al servicio de la justicia castigando a aquellos que infringen la ley.

Este libro es muy accesible a cualquier lector, porque toda la pirotecnia propia de la novela policíaca (novela negra la llaman también) permanece firmemente dentro de la narrativa sencilla. No hay fuegos artificiales estilísticos; solamente un argumento controlado y una narración impactante.

El incendio provocado por Auki está maravillosa y profundamente imaginado y hay una gran fuerza en su soledad y aislamiento. También hay muy buena narrativa en la presentación del monótono trabajo diario de su cazadora Ishizu.

Las novelas de Miyabe Miyuki, en general, introducen elementos sobrenaturales dentro de los esquemas clásicos de este tipo de novelas de investigadores y policías. Dentro del conjunto de sus obras, Crossfire es un libro bellamente creado. Posee una simplicidad impactante y, al mismo tiempo, una profundidad que arrastra inevitablemente a pesar de su amargo desenlace. Si te gusta este tipo de novelas Crossfire es muy interesante y buena obra. Destaca la gran realidad de su narrativa porque detalla los efectos nocivos que trajo la destrucción de la burbuja económica japonesa de los años 90 y porque la autora tiene una proverbial capacidad para describir con toda clase de detalles a sus personajes que, de esta manera, se nos hacen fácilmente reconocibles.

Con razón son muchos los que a la escritora Miyabe Miyuki la llaman la “Ruth Rendell” japonesa. Ahora que estamos todavía en verano y si os gusta la novela policíaca Crossfire merece mucho la pena de ser leída.