Casi todo lo que tiene de grandioso esta vida requiere dos personas.
Una entrañable canción repite en su estrofa: “Siempre hacen falta dos, para hacer algo importante, siempre hacen falta dos. Desde niños aprendemos que para jugar, hacen falta dos. En la juventud, sentimos que para la amistad hacen falta dos almas. Y pronto descubrimos que para bailar y para besar, hacen falta dos corazones.
Para amar sólo hacen falta dos pasiones que se disputen por ser cada una de ellas quien más ame. Para casarse, hacen falta dos compromisos. Para el milagro de que nazca una nueva vida, se precisan dos destinos compartidos.
Para educar, para cuidar, para ayudar, para crear felicidad… hacen falta dos seres humanos. Para dialogar hacen falta dos inteligencias. Para comunicar, para negociar y hasta para pactar hacen falta dos voluntades. Thoreau dijo que para decir la verdad hacen falta dos personas: una que quiera contarla y otra que desee escucharla. Para que estas palabras tengan algún sentido, también hacen falta dos: quien lo escribió y tú si al leerlas decides compartirlas.
Mikel Agirregabiria Agirre. Educador
www.mikelagirregabiria.tk
Artículo ilustrado en: http://www.geocities.com/magirregabiria/hacenfalta2.htm