Hijos de un Dios Menor

Ya no se trata de hablar de esperanza…”la esperanza es lo último que se pierde”. La esperanza llega cuando muchas otras cosas las hemos dejado perder. Los jovenes cambian con la edad y la experiencia. El cambio sólo es posible si la conciencia interviene: ¡ yo deseo elegir mi vida! ¿Cuántos modelos de vida se nos ofrecen para la juventud? Estudian desde que tienen 2 años de edad. Estudian como única alternativa de pertenecer a una “estructura modeladora”. ¿Cuándo descubrimos nuestra necesidad de ir construyendo nuestro proyecto vital? Todo no consiste en trabajar y en ganar dinero, ni en vivir a costa de cuatrocientos trabajos eventuales que nos preparan para sentirnos capaces de adaptarnos hasta en la atmósfera de Marte. ¿Tú has decidido? Pues…si eres consciente de haber tomado esta decisión, no olvides que el placer y el dolor se encuentran en puntos convergentes. El miedo a la libertad…es moneda de cambio. Mi vida es mía, mi cuerpo es mío, mi destino es mío…Yo puedo hacer lo que quiera con mi vida…

Curiosamente se escuchan pocas noticias de decididos eremitas que se han instaldo en las montañas para “hacer de su vida un descubrimiento”. Sonaría a ciertas reminiscencias del pasado y aunque los Budistas de Badalona (creo) han ganado un disco de platino por su “potencial relajante” quizá es otra forma de no “darse cuenta”. No podemos vivir una soledad rigurosa y claustral porque pertenecemos a una estructura de seres sociales. El aumento de “egoísmos” acaba con una producción de catástrofes vitales. Hoy la pubertad aparece como un grano más del granero. El hecho de que la biología nos convierta en potenciales creadores y estructuras de gozo…parece que aburre. La Adolescencia parece acabar cerca de los treinta en dos fases…Te niendoe n cuenta las crisis que se añaden y que se “venden dede EEUU” o el Japón…pues nos permite jugar a coleccionar multitud de diagnósticos, de novedades psicológicas, de filosofías que te obligan a recibir en la consulta a los padres, la abuela y el tío de Burgos. Todo se encadena y el resultado es que el efecto Mariposa…nos convierte en Hijos de un Dios Menor. Lo del Botellón puede ser el primer vuelo de la mariposa….el final, ojalá se produzca en la estratosfera.

Deja una respuesta