Intento amarte desde lejos y el amor es un territorio seco y profanado.
Es el más inmenso de los ríos amarillos, rojos y marrones.
Cuando te encuentro bajo sus aguas nunca puedo llegar a la orilla.
Viene la tormenta, y se queda. Oscureciendo la nada. Tiñendo con su hilo líquido los peces y las canciones.
Tiñendo con hilo y aguja los versos y las razones.
Intento amarte y despacito me quedo entre tus manos, rememorando-te con los ojos abiertos y cerrados. Y no puedo salir.
Me empuja la tormenta que revuelve el anclaje de mi conciencia que desvanece. Atrapada en el desván y escaparate.
Atrapados como peces de ciudad.
3 comentarios sobre “Intento”
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¡¡Muy bueno, Celeste!! Hacía mucho tiempo que no aparecías por aquí pero tu regreso ha sido espectacular de verdad. Leo tu texto y me impresiona la calidad literaria que tiene. Amar de lejos. Eso de amar de lejos es una distancia a veces demasiado corta, mucho más corta de lo que en principio podemos pensar. Y es espectacular lo que dices cuando escribes: “Viene la tormenta y se queda. Oscureciendo la nada” ¿Quíén no ha sentido algo de eso cuando ha estado por culpa del amor?
Quiero decir “ha estado soñando por culpa del amor”.
Recuerdo lo siguiente: Nuestro celeste imperio, el de los voremistas del cero-cero eternal, son todos los territorios que puedan abarcar las radiantes miradas de las chipín de nuestro Planeta. Son todos los árboles, los lagos, las nubes, las montañas, los ríos, los cometas, las estrellas, los soles, las lunas, las dunas, los desiertos, las bahías, los pueblos, las aldeas, las ciudades, las villas, los gorriones, las palomas, los peces, las vagabundas alondras, los éxtasis multicolores, los pantanos, las palmeras, las playas, los mares, los océanos, las islas, los volcanes, las selvas, las mesetas, las llanuras, las sonrisas, los besos, las caricias, las sensaciones…
Un beso amistoso Celeste.