En medio de la muchedumbre, los más increíbles objetos aguardan al comprador. Entre el olor a sahumerios, flores y chocolates, me encuentro con una robusta caja de seguridad. La había buscado algo así en una feria desde hacía años. Me extrañó el precio y la revisé incrédula. Entonces, me di cuenta de que estaba cerrada. Sorprendida, me enteré de que no tenía la clave y que se vendía así como estaba. Le pregunté a la señora qué había en el interior, a lo que respondió: “Vaya a saber uno. En todo caso, está incluído en el precio”
2 comentarios sobre “La caja de seguridad”
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Caja sorpresiva la de tu texto. Quizás en su interior se encuentre algún famoso conejito de esos del !halehop! nada por aquí y nada por allá. Y como el precio de la Nada siempre es relativo estoy seguro de que depènde más de lo que crea el comprador que lo que diga el vendedor. Me gustó esa mezcla de sahumerios, flores y chocolates rodeando la atmósfera de una caja llena de la sorpresa final. Un abrazo, yopis.
Interesante compra.