La nevada

Esta mañana, de vuelta en Varsovia después de nuestra visita a Cracovia, nos hemos encontrado con la sorpresa al despertar de una nevada impresionante. Es nuestra última mañana en Polonia y la meteorología se había comportado maravillosamente hasta aquí para favorecer nuestro viaje.

Cuando llegamos a Varsovia la temperatura era primaveral. Al llegar, días después, a Cracovia, se había convertido en veraniega, las jóvenes iban con camisetas de tirantes y la gente se quedaba en las terrazas cuando anochecía .

El día antes de volver a Varsovia vimos cómo una gran bandada de ánades habían emprendido el vuelo en formación y se iban hacia el Sur. Estábamos justamente al lado del castillo-catedral y el espectáculo fue fascinante. Comprendimos que era un pronóstico del tiempo absolutamente fiable.

Así fue. A partir de ese momento comenzó a enfriarse la temperatura, se levantó mucho aire y se puso totalmente desapacible.

De nuevo en Varsovia, ayer tarde miré por la ventana de nuestra habitación del hotel y ví durante largo rato cómo centenares de aves volaban a baja altura y todas en la misma dirección. Para mí fue otro signo de empeoramiento del tiempo, que con la nevada de ahora mismo se ha confirmado plenamente. Así que hemos decidido adelantar en una hora nuestra salida hacia el aeropuerto en vista de los atascos que vemos desde nuestra ventana.

Dejo para otro día mis impresiones sobre la gente, el país, la gastronomía, etc.

14 de octubre de 2009

4 comentarios sobre “La nevada”

  1. La cosa es que este texto lo escribí cuando estábamos esperando salir hacia el aeropuerto de vuelta a España. Si hubiéramos tenido que volver el día siguiente hubiera sido imposible porque no aterrizaban ni despegaban aviones. Tuvimos una suerte loca, porque la alternativa hubiera sido no salir del otel, la nevada era de ventisca, la nieve caía en horizontal por el
    aire que soplaba. Una nueva experiencia, no pasa nada si al final todo acaba bien.
    Gracias por tu interés, Ismael.
    Un saludo.

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