La niña

La niña me mira desde su sillón, donde está sentada en una postura muy natural y al tiempo muy consciente de ser ya un personajillo a sus aproximadamente tres años. Un personajillo solamente para sus padres, abuelos y tíos. Me mira directamente a los ojos mientras contemplo su foto y creo que sabe (sabía) que yo la evocaría décadas después.

Tengo la noción de que es una niña muy intuitiva ya desde pequeña, así que no me extrañaría que prevea que yo ahora esté mirando su foto y recordándola. No es demasiado alegre ni tampoco triste, digamos que tiene un carácter muy igual. Como sus caprichos no son tolerados, no coge rabietas sino que procura conformarse. Sólo se enfada de veras cuando falla la promesa de ir al cine.

Preferiría no ir al circo, pero a su padre le gusta mucho así que hay que conformarse.

Es consciente de que ser menor que sus dos primas le pone en situación de sometimiento, de lo que se resarce con su primo, menor que ella.

Puede que, con su intuición, se dé cuenta de que su vida no va a ser fácil, pero cuenta con la ventaja de todo lo que sus padres han trabajado por aportar seguridad y cariño a su vida. Ése será su equipaje más valioso para el día de mañana.

5 comentarios sobre “La niña”

  1. Yo pienso, Carlota, que es más que madura es una niña muy imaginativa (que es una forma artística de ser madura). Y es que la madurez de ciertas personas se llama malhumor mientras la imaginación de ciertas niñas o niños se llama madurez infantil. Y eso a mí me encanta. Yo, que ando siempre subiéndome a mis utopías cuando leo textos como este, te digo Gracias.

  2. La niña… los niños que fuimos siempre habitarán dentro de nosotros. Yo me llevo muy bien conmigo de pequeña, todo un torbellino de energía, de ideas. Cuando me porto y hablo como adulta, ella me invita a jugar con legos en el piso de mi habitación.
    Es una retroalimentación y negociación constante.
    Me gustó. Saludos Carlota!

  3. Me pareció una niña madura, que sabe esperar y aprovechar las ventajas que sus padres le dieron, no tenía todo, pero todo lo que tenía lo sabía usar como debía. Entiendo lo de la situación de menor, lo mismo me pasaba (¿o pasa?). Un saludo fuerte a distancia Carlota.

  4. Seguro que esa niña es una persona de gran valentía y maravillosa personalidad, el cariño y las enseñanzas de los padres son el mejor alimento para forjarla.

    Me gustó Carlota…mucho.
    Besos

Deja una respuesta

Deja una respuesta