las lagrimas de un alma que no siente

-mirame
-no puedo tengo los ojos rotos de no respirar
-¿por que a esto?¿por que a todo?
-no quise acerlo, me salio solo. la noche me traiciono me engañe, me engañaste
-no me culpes, no te atrevas nunca me quise acercar tu me empujabas con las uñas clavadas en mi espalda
-me mostrate una persona que no eras te desnude y vi tu cara, tan devil… yo tambien necesito que me ayuden, y no solo ayudar, necesito que me escuchen, no solo ablar, no lo se todo, y quiero que me enseñen, no lo hiziste y yo me siento mal y tu te sientes peor y todo se derrite en nuestras manos
-recuerdo…
-no lo agas
-pero fue tan…
-no ocurrio
-si ocurrio y aunque no quieras pasaron muchas cosas que tu olvidaste
-eso piensas,pero no lo olvide recicle sentimientos te kise aora solokieronoacerte daño

2 comentarios sobre “las lagrimas de un alma que no siente”

  1. Tu diálogo me recuerda que a veces se hace daño a una persona con el sólo hecho de detenerse un momento para dedicarle una atención especial. Crece ese momento. Se hace afán… y duele… (Quizás me hayas comprendido). Un abrazo y bonito diálogo.

  2. En tu diálogo se observa una dejadez y una resistencia desesperada a la vez, parece que la confusión se disfraza de sentimientos, pero creo que ambos mienten: uno porque no dice lo que piensa pues tiene miedo de que le hagan daño y otra actua pero no piensa que se pueda solucionar, ambos a merced del otro… esa historia no acabaría bien, imagino.

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