Las lágrimas

Las lágrimas que nunca llegamos a derramar en el pasado, quizá porque las circunstancias de nuestra vida nos lo impidieron, quizá por dignidad ante quien nos causó el dolor que las producía, quizá por no afligir a alguien muy cercano, nunca llegaron a evaporarse saliendo hacia la atmósfera en forma de vapor sentimental para acabar diluyéndose en el éter.

Esas lágrimas no derramadas se almacenan en un lugar entre el corazón y los ojos, y sólo cuando se dan las circunstancias adecuadas, cuando nos lo podemos permitir porque ya no necesitamos ejercer nuestro autocontrol, recorren el resto del camino y fluyen libremente deslizándose por nuestras mejillas.

Puede que entonces tengan un efecto terapeútico o que, por el contrario, vengan a avivar los recuerdos de penas pasadas y a remachar su dolor nunca extinguido. Puede que acaben sorprendiéndonos por nuestra capacidad para el llanto, que desconocíamos por completo. Puede que limpien nuestro corazón, aún a costa de revivir momentos dolorosos.

3 comentarios sobre “Las lágrimas”

  1. Las lagrimas son el origen de la vida cuando la tortuga lleva sus huevos a enterrarlos llora con un llanto enorme seco profundo como cuando estando en el paraiso estoy tan triste que de alegria estoy llorando felicidades

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