Las pajarillas del alma

Se me abren las pajarillas del alma
cuando te veo venir,
con esa melena tuya
que abriga al viento hacia ti,
con esos ojos tan negros
que me pierden si los miro,
con ese porte tan bello
que me quita hasta el suspiro.

Se me abren las pajarillas de alma
si asomas por el portal,
con tus palabras bien puestas
que a todos quieren gustar,
para que sin mucho rodeo
tranquilo puedas pasar,
con tu perfume que huelo
desde el mismo ventanal.

Se me abren las pajarilla del alma
teniéndote frente a mí,
pasándome tus manos lindas
por las rejas y el jazmín,
mirando a la luna llena
que envidia tiene de mí,
por tener la gran fortuna
de poder tenerte aquí.

Se me abren las pajarilla del alma
con tus versos a deshora,
con tus mágicas palabras
que me tienen hechizada,
y en el correr de las horas
mis manos dejan las tuyas,
porque está muy mal visto
que a las doce estés aquí.

Se me abren las pajarillas del alma
cuando te veo marchar,
entre el rumor de la gente
cruzando el patio al portal,
nadie sabe de la pena
que abarca mi corazón,
nadie sabe de tus versos
que me dejan sin razón.

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