Lo complejo de ser Peter Pan o Campanita

Lo complejo de ser Peter Pan o Campanita es que todo el sistema de valores de ambos personajes gira, dentro de lo mágico imposible, en una verdad que nos produce el vértigo del miedo. No crecer. ¿Es posible no crecer en este mundo actual en que, de repente, cuando vemos y comprendemos lo que nos rodea, desearíamos embarcar hacia el País de Nunca Jamás?.

Lo complejo de ser Peter Pan o Campanita es que el País de Nunca Jamás dejó de existir después de los Cuentos de las Mil y Una Noches. Cuando llegó la noche mil y dos… y todos nos dimos cuenta, con horror, que habíamos crecido y que Peter Pan y Campanita ya no existían más.

Lo complejo de ser Peter Pan o Campanita es que ambos dejaron su vida colgada en las utopías doceañeras… pero llegaron los trece… los catorce… y los quince… y Peter Pan y Campanita se esfumaron tras la esquina oscura de la calle del barrio. Y nos fusionamos en la pandilla de los Mosqueteros para tirar piedras a las farolas y así acabar con la luz que alumbraba a Peter Pan y Campanita.

Lo complejo de ser Peter Pan o Campanita es que para recuperarlo todo debemos renunciar a todo… y ser solamente dos niños jugando al escondite en las sombras de la noche… ahora que la farola ya está ciega y los mayores duermen en los blandos colchones del lecho matador.

Lo complejo de ser Peter Pan o Campanita es que debemos matar nuestras edades y quedarnos desnudos de edad…

Un comentario sobre “Lo complejo de ser Peter Pan o Campanita”

Deja una respuesta