Una de las máximas que aprendí de mi padre fue la de intentar ser siempre congruente. Pero lo duro del tema es que a veces no es lo mismo lo que sentimos que lo que pensamos y ante ello ¿quédebemos decir y sobre todo qué debemos hacer?. Lo más elemental, en este caso, es ser siempre sincero. Con la sinceridad a veces acertamos y a veces nos confundimos pero es la mejor manera de ser congruente, a pesar de lo duro que resulta ser siempre sincero. En fin, esto es como las preguntas de ese examen donde A no es B pero si es C, B nos es C pero si es A y, para complicarlo más, C noes A pero si es B. !Feliz verano para todos los amigos y amigas del Vorem, patria interna donde s´descubro congruencia porque todos sus habitantes exhiben sinceridad!.
Un comentario sobre “Lo duro de ser congruente”
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Estimado Diesel:
Freud lo llamó “principio de realidad”. ser congruente nos exige una parte de renuncia al yo, un entrar en la vía del guerrero y afrontar la verdadera realidad, aunque se parezca a las aventuras del quijote. Es un buen ejercicio de salud mental, pero siempre…y como expresó Buda, el arco no debe estar ni demasiado tenso, ni demasiado flojo: es el camino medio.Saludos