Los gerifaltes son guerreros (Gerifaltes de antaño/Ramón María del Valle-Inclán)

Los gerifaltes son guerreros (Gerifaltes de antaño/Ramón María de Valle-Inclán)

La palabra “gerifalte” aparece por primera vez en la Literatura Española en la “Tragedia de Calisto y Melibea” (“La Celestina” que se supone fue obra de Fernando de Rojas) escrita en 1429. La palabra aparece en boca de Sempronio, el criado de Calisto (“Abatióse el gerifalte y vínele a enderezar en el alcándera”).

“Gerifaltes” también son sinónimos de “caciques”, “entendidos” y hasta “ladrones”… pero sobre todo “jefes” (por aproximación cacofónica de ambas palabras). De lo que vamos a tratar en el presente texto es de la novela “Gerifaltes de antaño” de Valle-Inclán.

Esta obra forma parte de un ciclo de tres novelas (tríada) que Valle-Inclán escribió sobre la Tercera y última Guerra Carlista. El ciclo se compone, por orden de edicidón, de “Los cruzados de la causa”, “El resplandor de la hoguera” y “Gerifaltes de antaño”. (escritas entre los años 1908-1909). Luego este año se celebra un siglo exacto de su aparición.

En “Gerifaltes de antaño” el autor utiliza la técnica que luego usaría en sus posteriores obras denominadas “El Ruedo Ibérico” (nombre que alguien utilizó para publicar una revista famosa entre los anarquistas de la posguerra civil española) y “Tirano Banderas” (que es la única novela “valleinclana” ambientada en América Latina); siempre atacando a los podres fácticos: especialmente a los déspotas eclesiáticos que tuvieron que sufrir los españoles/as y latinoamericanos/as.

Fue, asimismo., un ataque a la legalidad borbónica y la exaltación de los hombres que sufren la presión de la Iglesia Católica. El capitán republicano García (simplemente García)es el personaje que más se enfrenta al despotismo del cura Santa Cruz, una especie de inquisiidor brutal y reaccionario que, por ejemplo, inmola a Miquelo Egoscué y persigue a la partida de rebeldes liderada por éste, hasta mermarla del todo y haicendo que sufran una dramática diáspora por caminos inciertos y sin salida alguna.

Al final Santa Cruz cae en desgracia y se conviete en guerrillero pero los propios guerrilleros carlistas le desprecian porque amargó los últimos días de un hombre bueno llamado Pedro Mendía. Al final el cura despótico tiene que huir a Francia como consecuencia de su propia maldad. Y queda, como héroe legendario, el personaje llamado Cara de Plata.

Basada en hechos históricos, “Gerifaltes de antaño” se convirtió en una leyenda dentro de la Literatura Española, donde aparecen dos mundos: el sencillo y puro de las gentes sanas y abnegadas y el decadente, adulterado y lleno de envidias, de los “politiqueros” metidos a chismosos, haraganes e intrigantes.

Recomiendo la lectura de esta novela a personas mayores de 16 año.

Aviso Complementario: ¡Ojo al dato”… como decía el periodista radiofónico José María García!. Tengan mucho cuidado con dejar leer “El Decamerón” de Boccaccio a chicos y chicas menores de edad. De ello hablaremos en alguna otra ocasión.

2 comentarios sobre “Los gerifaltes son guerreros (Gerifaltes de antaño/Ramón María del Valle-Inclán)”

  1. Hola, Diesel. En mi diccionario del año de la polka aparece gerifalte como proveniente del alemán, de “geier”, buitre y “falk”, halcón. Ave rapaz, especie de halcón, el mayor que se conoce. Suele vivir en el norte de Europa y ha sido muy estimado como ave de cetrería. Otra acepción era “culebrina de poco calibre”. En germanía, ladrón, autor de robos.
    Tomo nota de tu recomendación de lectura del libro en cuestión.
    Saludos.

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